Mientras el gobierno promueve la reducción del Estado, la estructura del vocero presidencial, Manuel Adorni, sigue en expansión. Con un sueldo de 4 millones de pesos y más de 190 empleados bajo su mando, Adorni ahora cuenta con rango de ministro y control total de los recursos
El reciente ascenso de Manuel Adorni al rango de ministro consolida un proceso de acumulación de recursos y poder en la estructura de la vocería presidencial, que ha crecido exponencialmente desde su inicio. Aunque La Libertad Avanza ha basado su discurso en la reducción del gasto estatal, la oficina de Adorni se ha convertido en un “elefante blanco” dentro del gobierno, controlando una estructura de 191 empleados que representan un costo mensual de más de 260 millones de pesos en sueldos y contratos.
Según información obtenida a través de un pedido de acceso público, el staff de Adorni incluye siete directores generales, cuyos salarios superan los 3,4 millones de pesos. Esta estructura, significativamente mayor a la de áreas críticas del gobierno, contrasta con la retórica de reducir la planta de empleados públicos.
Antes de su promoción, Adorni ya manejaba un vasto equipo. A partir de ahora, con su nuevo estatus, tiene autonomía total sobre las contrataciones, ya que previamente dependía de la firma de la secretaria general de la presidencia, Karina Milei. Además, contará con una flota de choferes, custodios y acceso directo a la “caja chica” del ministerio, recursos que podrá utilizar a discreción.
A pesar del discurso libertario que critica el aumento del empleo público, el área de Comunicación y Vocería ha crecido considerablemente desde diciembre. Adorni designó a más de 100 empleados en menos de un año, muchos de ellos en cargos transitorios o bajo contrato de locación de servicios, con salarios que oscilan entre los 700 mil y 1,8 millones de pesos.
El nombre de Adorni también ha comenzado a sonar en círculos políticos como posible candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires el próximo año. Mientras tanto, su control sobre una estructura creciente y bien financiada parece ser solo el comienzo de su influencia en el gobierno.
