El inicio de clases como campo de batalla político: tensiones, posturas y un telón de fondo marcado por la crisis del turismo
Un inesperado giro en la pugna entre La Libertad Avanza y el PRO se manifestó en la Ciudad de Buenos Aires, el escenario clave donde esta contienda política cobra mayor intensidad. Esta vez, el punto de conflicto fue la fecha de inicio del ciclo lectivo, en un contexto donde el turismo nacional enfrenta una temporada con números alarmantemente bajos, estancias reducidas y un consumo limitado, que contrastan con la competencia de destinos internacionales.
El secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, propuso una solución que él mismo calificó como pragmática: retrasar el comienzo de clases hasta después de los feriados de Carnaval, previstos para el 3 y 4 de marzo. Desde el gobierno porteño, la respuesta no se hizo esperar. “No es una posibilidad, ni siquiera remota”, afirmaron desde el Ministerio de Educación porteño, desestimando tajantemente la iniciativa.
Posturas firmes y reacciones inmediatas
Laura Alonso, vocera del gobierno porteño, calificó la propuesta de Scioli como “poco seria” y reafirmó que “el inicio de clases no es negociable”. La ministra de Educación de la Ciudad, Mercedes Miguel, respaldó esta postura subrayando que “la prioridad es el aprendizaje de los estudiantes”, aunque reconoció la importancia de fomentar el turismo.
Según lo establecido por el gobierno porteño, las clases en los niveles inicial y primario comenzarán el lunes 24 de febrero, mientras que el nivel secundario iniciará el miércoles 5 de marzo. Estas fechas, remarcaron, están definidas por calendario y no están sujetas a revisión.
Por su parte, Scioli defendió su idea en una entrevista radial, argumentando que retrasar el inicio de clases “podría armonizar el calendario escolar en todo el país” y beneficiar al turismo. Sin embargo, desde el gobierno porteño expresaron su sorpresa y enojo, afirmando que la propuesta no fue planteada formalmente. “Para nosotros es un tema cerrado”, concluyeron.
La tensión política trasciende el calendario escolar
Más allá de las fechas y las diferencias de criterio, este episodio pone en evidencia el trasfondo político que agita la Ciudad. Con las elecciones de medio término en el horizonte, el PRO busca consolidarse en su bastión histórico, mientras que La Libertad Avanza, liderada por Javier Milei, intenta ganar terreno entre un electorado tradicionalmente inclinado hacia la derecha.
Cada declaración, cada gesto y cada movimiento estratégico adquiere relevancia en una disputa que no da tregua. Desde el oficialismo porteño, el objetivo es claro: aprovechar los errores del adversario para fortalecer su posición.
Una temporada turística en crisis
La propuesta de Scioli también se enmarca en un contexto de preocupación por el rendimiento del sector turístico. Con ocupaciones hoteleras que oscilan entre el 60% y el 80% en los principales destinos, y precios que se disparan en balnearios de renombre, el panorama es desalentador.
Ciudades como Villa Gesell han intentado competir ofreciendo precios más accesibles, mientras que en otros destinos, como la costa atlántica y las sierras cordobesas, los operadores turísticos reportan un turismo “más austero”. “La gente gasta menos, prioriza el sanguchito en lugar de comer afuera y reduce las actividades pagas”, señalaron desde la Asociación Hotelera Gastronómica de Calamuchita.
Scioli intentó contrarrestar estas percepciones con publicaciones en redes sociales destacando imágenes de playas llenas, pero estas fueron rápidamente desmentidas por usuarios que evidenciaron la realidad con fotos de baja concurrencia y condiciones climáticas adversas.
Conclusiones y perspectivas
Mientras el debate sobre la fecha de inicio de clases se agota, el verdadero desafío radica en los esfuerzos por revitalizar un sector turístico golpeado y en las implicancias políticas de esta contienda. Tanto La Libertad Avanza como el PRO saben que cada acción, cada palabra y cada imagen cuenta en una disputa que podría definir el futuro político de la Ciudad.
En este escenario, la educación y el turismo son apenas las piezas visibles de un tablero mucho más complejo, donde la supervivencia y la consolidación de los proyectos políticos están en juego.