El conjunto de Boedo volvió a caer ante uno de sus rivales tradicionales, esta vez frente a Huracán, y se acerca peligrosamente a igualar su peor registro histórico en este tipo de encuentros. La falta de efectividad y la ausencia de un juego contundente preocupan a la hinchada y al cuerpo técnico.
San Lorenzo no puede encontrar la fórmula para superar a sus clásicos adversarios. Este domingo, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo cayó por 2-0 ante Huracán en el estadio Tomás Adolfo Ducó, en un partido correspondiente a la séptima fecha del Torneo Apertura 2025 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF). Este resultado extendió a 15 los encuentros consecutivos sin victorias ante sus rivales históricos, una cifra que genera alarma en el seno del club y su afición.
Desde aquel 12 de abril de 2023, cuando el Ciclón se impuso 1-0 a Boca Juniors en el Nuevo Gasómetro gracias a un gol en contra de Guillermo “Pol” Fernández, el equipo azulgrana no ha podido celebrar un triunfo en los duelos más significativos. Boca, River Plate, Racing, Independiente y el propio Huracán se han convertido en obstáculos insuperables para un San Lorenzo que parece haber perdido la brújula en los partidos que más importan.
Con esta última derrota en Parque Patricios, el club se encuentra a solo un partido de igualar su peor racha histórica en clásicos, registrada entre 1989 y 1991, cuando acumuló 16 enfrentamientos sin victorias ante sus rivales tradicionales. La situación es aún más preocupante si se tiene en cuenta que el equipo no logra imponer su estilo de juego en estos compromisos y muestra una notable falta de efectividad en el área rival.
El rendimiento del equipo bajo la dirección de Russo, quien anteriormente estuvo al frente de Boca Juniors y Rosario Central, ha sido irregular en el torneo. Aunque ha tenido momentos de buen fútbol, la falta de consistencia y la dificultad para convertir oportunidades en goles han sido constantes. Esta carencia se ha acentuado en los partidos clave, donde el equipo parece perder confianza y claridad.
El calendario no ofrece tregua para San Lorenzo. El próximo lunes, el Ciclón recibirá a Racing Club en el estadio Pedro Bidegain, en uno de los encuentros interzonales del campeonato. Solo cinco días después, volverá a jugar de local, esta vez frente a Independiente. Estos dos compromisos serán cruciales para intentar revertir la tendencia negativa y recuperar la moral de un equipo que necesita urgentemente un triunfo que le permita cambiar el rumbo.
La hinchada azulgrana espera una reacción inmediata. El equipo no solo necesita sumar puntos en la tabla, sino también demostrar que puede competir de igual a igual en los partidos que más importan. Si no logra romper la mala racha en los próximos encuentros, el récord negativo quedará igualado y la presión sobre el cuerpo técnico y los jugadores aumentará considerablemente.
En un contexto donde cada partido se vive con intensidad, San Lorenzo enfrenta un desafío doble: recuperar la confianza perdida y evitar que la historia lo condene a una de sus peores etapas en los clásicos. El tiempo apremia, y la reacción debe ser inmediata.
