Río Grande reconoce a una nueva víctima del terrorismo de Estado, Marcela Andrade fue asesinada a los 10 años

Carmen Torres, madre de Marcela Andrade, niña asesinada el 13 de junio de 1982 por la última dictadura militar en las afueras de Río Grande, habló por FM La Isla al respecto, luego de que se instalara una placa dedicada a la memoria de la niña.

“Yo todas estas cosas las tuve guardadas, yo me separé de su papá y él me dijo: No vas a hablar”, inició y dijo que desconoce las razones por las que su ex esposo no permitía hablar del tema.  “Se derrumbó todo, no entendíamos nada, pasó lo que pasó con mi hija, fue muy duro, yo lo quería gritar a todo el mundo pero me tenían sentenciada”.

Ese día quedé…había un sol hermoso, un día precioso, llegamos a un lugar y de pronto se cae el cielo ¿sabés lo que es lo que se te caiga el cielo? Y mirar que mi nena no está y pegarle al auto y pegarle a estos milicos de mierda. Los tiré al piso sin saber que eran milicos”, comentó y señaló que en pleno shock por lo sucedido les pedían a los militares que no sigan disparando. Luego, los propios militares trasladaron a Carmen con su pequeña hija pero la niña falleció dentro del vehículo.

“yo la traje en mis brazos, la traje muerta a mi hijita….”. “En el hospital tenían todo preparado, pero ya no había nada que hacer, lo perdí todo”, expresó.

Luego de ello, Carmen fue conducida al Casino de Oficiales donde insultó a un alto mando militar y dijo que después de eso nunca pudo volver a verse con una autoridad ni saber que pasó. El caso quedó en manos de su ex esposo quien no realizó acción alguna, por lo que sabe.

“Que hizo él no sé, si habló, si alguna vez le pusieron algo… no sé nada, quedó todo ahí.”, expresó.

Carmen comentó el homenaje que se dio hace dos días fue a instancias de uno de sus sobrinos, por lo que se descubrió una placa conmemorativa el día 13 de junio, a 40 años del asesinato.

“Me llamó toda la gente y me preguntó: dónde tenías todo esto”, expresó y señaló que nunca se habló del tema hasta ahora.

“Yo pienso que el padre, que es un tipo de negocios, hizo algo para que nadie se acerque, yo digo”, aclaró y agregó que “fue una placa muy hermosa la que eligieron, le deje su foto en las Escuela N°2 para que la coloquen”.

“no sabés lo que fueron los chicos –compañeros de la escuela N°2- fue desgarrador”, terminó.

El duro relato de Carmen aguardó 40 años en los que debió no solo soportar la impunidad por la muerte de Marcela, que en 1982 tenía tan solo 10 años y murió en un auto, baleada por militares, camino al nosocomio local. Después de 40 años, la ciudad reconoce una nueva víctima del terrorismo de Estado.

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