La ciudad fue seleccionada entre más de 65 propuestas de toda América Latina por sus iniciativas transformadoras en igualdad de género y apoyo a las tareas de cuidado, siendo el único municipio argentino en recibir este honor.
El municipio de Río Grande ha recibido un importante reconocimiento internacional gracias a sus políticas innovadoras en materia de cuidado. Liderado por el intendente Martín Pérez y bajo la gestión de la secretaria municipal Ivana Ybars, la ciudad fue seleccionada como uno de los seis proyectos destacados en América Latina por el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GREIL) en colaboración con el Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social y la Alianza Global para los Cuidados. Este reconocimiento subraya los esfuerzos del municipio por promover la igualdad de género y visibilizar las tareas de cuidado como un eje central de la economía y la sociedad.
Desde el inicio de su gestión, Pérez y su equipo han apostado por la implementación de políticas públicas sostenidas que priorizan el bienestar y la igualdad. Estas iniciativas han sido reconocidas por su capacidad de articular recursos humanos, económicos y materiales, generando un impacto directo en la comunidad.
Una de las políticas destacadas es el programa “Mujeres Construyendo Futuro”, que ofrece capacitaciones en oficios tradicionalmente masculinizados, como colocación de durlock e instalaciones eléctricas. Estas capacitaciones incluyen espacios de cuidado para niños, facilitando la participación activa de las mujeres. Según datos recabados por la gestión municipal, esta estrategia ha incrementado significativamente la terminalidad de los talleres, reduciendo barreras para las participantes.
La propuesta de Río Grande, titulada “Tiempo para Mujeres: de lo local a las políticas transformadoras”, fue seleccionada entre más de 65 presentaciones de América Latina. Es la única de Argentina en recibir este prestigioso honor. El proyecto busca visibilizar y fortalecer las tareas de cuidado, destacando su importancia económica y social. Según estudios, si las tareas de cuidado fueran contabilizadas formalmente, representarían hasta el 15% del Producto Bruto Interno (PBI) de América Latina.
La evaluación externa realizada por organismos internacionales también apunta a mejorar las políticas implementadas, permitiendo ajustes y mejoras basadas en evidencias. Este enfoque proactivo asegura que las iniciativas sean sostenibles y escalables, beneficiando a más comunidades en el futuro.
Ivana Ybars destacó que estas políticas buscan reducir la carga desigual que recae sobre las mujeres en las tareas de cuidado. “Las mujeres cuidan tres veces más horas que los varones, y sin quienes cuiden no se puede garantizar ninguna economía”, afirmó. Además, subrayó que estas iniciativas no solo impactan en las mujeres, sino también en toda la comunidad, promoviendo una mayor equidad social.
El programa también ha captado la atención de otras ciudades y organizaciones de América Latina, consolidando a Río Grande como un referente en políticas públicas inclusivas. El municipio ha sido invitado a compartir su experiencia en diversos foros, proyectando su impacto más allá de las fronteras locales.
Ybars enfatizó que la colaboración con organismos internacionales como el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género es crucial para garantizar la efectividad de estas políticas. Laura Pautazzi, presidenta honoraria de esta organización, destacó la seriedad y el compromiso del municipio en la implementación de estas iniciativas.
El reconocimiento también refuerza la importancia de la inversión pública en estas áreas. “El presupuesto es clave para que las políticas públicas tengan un impacto real en los vecinos y vecinas. Sin recursos, estas iniciativas quedarían en lo discursivo”, señaló Ybars.
Si bien el municipio trabaja en estrecha colaboración con Tolhuin, aún falta articular plenamente con Ushuaia. No obstante, las puertas están abiertas para extender estas iniciativas a nivel provincial, promoviendo un modelo de cuidado inclusivo que beneficie a toda la región.
Con este logro, Río Grande demuestra que es posible transformar políticas locales en herramientas de cambio global. Este reconocimiento no solo refuerza el compromiso del municipio con la igualdad de género, sino que también posiciona a la ciudad como un ejemplo a seguir en toda América Latina.