El Gobierno busca incentivar la liquidación del agro mientras las reservas caen en un contexto de negociaciones tensas con el FMI.
El Plan B de Luis Caputo, ideado para asegurar la entrada de divisas mediante una reducción temporal de retenciones a las exportaciones agropecuarias, enfrenta un comienzo desalentador. A pesar de que la medida comenzó a regir este lunes, la liquidación de agro dólares en la semana apenas alcanzó los 150 millones de dólares, un monto insignificante ante las urgencias del Gobierno.
Reuniones con el Campo y Escasas Expectativas
El presidente de la Administración de Recursos de Comercio Agropecuario (ARCA), Juan Pazo, mantuvo reuniones con la Mesa de Enlace para evaluar las intenciones de los productores respecto a la venta de sus granos. La respuesta fue clara: no hay apuro por liquidar.
Varios factores explican esta cautela. Los precios actuales del mercado no son atractivos, y la ventana que deja la baja de retenciones se extiende hasta junio. Además, los productores desconfían de que los beneficios de la medida lleguen efectivamente a ellos y no se queden en manos de otros actores de la cadena comercial.
Impacto Limitado en los Precios del Mercado Interno
Según Portfolio Personal Inversiones (PPI), la reducción de retenciones tuvo un impacto menor al esperado debido a la reducción del plazo de liquidación de 365 a 15 días, lo que desalentó la posibilidad de anticipar la liquidación de la cosecha gruesa de la campaña 2024/2025.
A pesar de esto, la medida logró una leve mejora en los precios internos. La soja aumentó un 6,2% en Rosario, pasando de $297.000 a $315.500 por tonelada. El maíz subió un 4,1% de $215.000 a $223.900, y el trigo registró un incremento del 4,4%, de $205.000 a $214.000. Sin embargo, este repunte no parece suficiente para incentivar una liquidación masiva.
Desafíos con el FMI y la Situación de las Reservas
Las reservas brutas del Banco Central se ubican por debajo de los 30.000 millones de dólares y continúan cayendo, pese a la adquisición de casi 1.600 millones por parte de la entidad. Las reservas netas bajo la metodología del FMI se mantienen en un preocupante saldo negativo de -10.140 millones de dólares, una cifra que apenas varió desde los -11.471 millones que dejó la gestión anterior.
El Fondo Monetario Internacional insiste en la necesidad de un esquema cambiario que promueva las exportaciones y permita al Banco Central capturar todas las divisas entrantes para recomponer rápidamente las reservas. Sin embargo, el Gobierno, representado en las negociaciones por Vladimir Werning, sostiene que el tipo de cambio es un ancla fundamental para la inflación y rechaza un esquema de intervención flexible.
Señales de Desinflación y Ajustes en la Política Monetaria
Pese a las tensiones con el FMI, el panorama inflacionario parece mejorar. Consultoras como Equilibra estiman una inflación de alrededor del 2% para enero, gracias en parte al anclaje del dólar. Ante este escenario, el Banco Central, liderado por Santiago Bausili, anunció que reducirá el ritmo del crawling peg a 1% y recortará la tasa de referencia del 32% al 29%.
Conclusión: Un Plan con Dudas y Retos por Delante
El Gobierno de Caputo enfrenta un desafío crucial: convencer a los agroexportadores, responsables de la mitad de las divisas que ingresan al país, de liquidar sus stocks para atravesar el primer semestre del año con mayor tranquilidad. Sin embargo, los precios internacionales, las desconfianzas del sector y las tensiones con el FMI complican el panorama.
A medida que las reservas siguen en niveles críticos y el margen de maniobra se reduce, la única certeza es que el éxito del Plan B dependerá de decisiones coordinadas y ajustes efectivos en las políticas monetarias y comerciales.