Soledad Rottaris, secretaria adjunta del SUTEF, detalló la crítica situación salarial de los docentes en Tierra del Fuego y el país. Con un aumento ofrecido del 1,35% y salarios que no superan los $420.000, el gremio exige la reapertura de paritarias nacionales y un salario digno. El paro nacional convocado para el 5 de marzo marca el inicio de un ciclo lectivo atravesado por la conflictividad laboral.
Crisis salarial docente: Tierra del Fuego se suma al paro nacional del 5 de marzo
En un contexto de creciente malestar en el sector educativo, el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Fueguina (SUTEF) confirmó su adhesión al paro nacional convocado para el próximo 5 de marzo. La medida de fuerza, impulsada por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), busca visibilizar la crítica situación salarial que atraviesan los docentes en todo el país y exigir la reapertura de las paritarias nacionales.
Soledad Rottaris, secretaria adjunta del SUTEF, en diálogo con FM La Isla no dudó en calificar como “vergonzoso” el ofrecimiento salarial realizado por el gobierno provincial. “En Tierra del Fuego, el aumento ofrecido es del 1,35%, lo que representa apenas $12.800 adicionales en el bolsillo de los docentes. Esto es indignante, especialmente cuando la canasta básica supera el millón y medio de pesos”, afirmó Rottaris.
La dirigente gremial destacó que la situación en la provincia no dista mucho de la realidad nacional, donde los salarios docentes no superan el 2% de aumento y el sueldo mínimo se mantiene en niveles de indigencia. “El gobierno nacional pretendía llevar el salario mínimo docente a $ 500.000 , un monto que no alcanza para cubrir las necesidades básicas de las familias”, explicó. Un inicio de ciclo lectivo marcado por la conflictividad El paro nacional del 5 de marzo coincide con el inicio del ciclo lectivo en varias provincias, incluyendo Tierra del Fuego. Rottaris señaló que, si bien el SUTEF adhiere a la medida nacional, también mantiene una agenda propia de reclamos provinciales. “Tenemos una mesa paritaria pendiente desde el 10 de febrero, y la próxima reunión está programada para el 7 de marzo. Sin embargo, el gobierno provincial no parece dispuesto a negociar. Nos imponen condiciones unilateralmente, sin diálogo ni consenso”, denunció. Además del reclamo salarial, el SUTEF exige la restitución de los adicionales quitados a nivel nacional, como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). “Estos fondos son vitales para muchas provincias, y su eliminación unilateral agrava aún más la situación de los docentes”, sostuvo Rottaris. Responsabilidades y expectativas Frente a la posibilidad de que el inicio del ciclo lectivo se vea afectado por las medidas de fuerza, Rottaris responsabilizó directamente al gobierno provincial. “Si las clases no comienzan el 5 de marzo, la responsabilidad es del gobierno, que no ha hecho un ofrecimiento acorde a la realidad económica que vivimos. Los docentes no pueden sostener sus hogares con salarios que no alcanzan para cubrir la canasta básica”, afirmó.
La dirigente gremial también hizo un llamado a las familias fueguinas, a quienes pidió comprensión y apoyo. “Entendemos que esta situación afecta a todos, pero es necesario que sepan que los docentes no estamos pidiendo privilegios, sino un salario digno que nos permita vivir con dignidad”, expresó. Un futuro incierto Con un escenario económico complejo y un gobierno que parece reacio a negociar, el futuro inmediato del sector educativo se presenta incierto.
Rottaris adelantó que, de no haber avances significativos en las próximas reuniones paritarias, el SUTEF no descarta profundizar las medidas de fuerza. “Estamos dispuestos a dialogar, pero también a luchar por nuestros derechos. No vamos a aceptar salarios de pobreza”, concluyó. Mientras tanto, las familias fueguinas esperan con preocupación el desenlace de esta conflictividad, que podría retrasar el inicio de clases y profundizar la crisis en el sistema educativo. Lo único claro, por ahora, es que el 5 de marzo será una jornada clave para definir el rumbo de las negociaciones y el futuro de la educación en Tierra del Fuego.