El presidente Javier Milei volvió a generar controversia al atacar a la cantante Lali Espósito tras su participación en una masiva manifestación. Además, insistió en su discurso contra las diversidades y el feminismo, vinculándolos con la pedofilia, y desacreditó la marcha como un “aparato” de sus opositores.
En una nueva escalada de declaraciones controvertidas, el presidente Javier Milei dirigió sus críticas hacia la reconocida artista argentina Lali Espósito, quien participó activamente en la multitudinaria movilización del pasado sábado. Durante una entrevista con Esteban Trebucq en La Nación +, el mandatario no solo desestimó la música de la cantante, sino que también la desafió a presentarse como candidata en las próximas elecciones.
“La verdad es que no escucho su música, no sé qué hace. Si quiere ser candidata, que lo sea. Tiene todo el derecho legal para hacerlo”, afirmó Milei, en un tono que mezcló ironía y desdén. Sin embargo, sus comentarios no se limitaron a la estrella del pop. El presidente retomó su habitual discurso contra las diversidades sexuales, el feminismo y las mujeres, asegurando que “la ideología sexual termina en pedofilia”, una afirmación que ya había esbozado en anteriores ocasiones y que ha generado un fuerte rechazo en diversos sectores de la sociedad.
Respecto a la masiva convocatoria del sábado, Milei intentó minimizar su impacto al argumentar que el fragmento de su discurso en Davos, que se viralizó en redes sociales, no reflejaba la totalidad de su intervención, la cual duró más de 20 minutos. “Los medios son odiadores del Gobierno. A partir de ahí se propaga una mentira, se arma la marcha y aparecen las mismas caras siniestras de siempre”, expresó.
En su relato, el presidente enumeró a varios de sus opositores políticos, a quienes agrupó bajo la denominación de “tren fantasma”. “Aparecieron los sindicalistas, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Lousteau, Larreta, Lilita Carrió, La Cámpora y hasta Cristina Fernández de Kirchner apoyó. Es el tren fantasma”, sostuvo, en un intento por deslegitimar la movilización.
La entrevista no hizo más que avivar la polémica en torno a la figura de Milei, quien, desde su llegada al poder, ha mantenido un estilo confrontativo y polarizador. Sus declaraciones sobre Lali Espósito, sumadas a sus reiterados ataques hacia las diversidades y el feminismo, han generado un amplio debate en las redes sociales y en los medios de comunicación, donde sus seguidores y detractores no tardaron en posicionarse.
Mientras tanto, Lali Espósito, reconocida por su activismo en causas sociales, no ha respondido públicamente a los comentarios del presidente. Sin embargo, su participación en la marcha y su compromiso con las luchas por la igualdad de género y los derechos de las minorías continúan siendo un punto de referencia para miles de personas en el país.
En un contexto de creciente tensión política y social, las palabras de Milei parecen apuntar a consolidar su base de apoyo, aunque a costa de profundizar las divisiones en la sociedad argentina. La pregunta que queda en el aire es si este tipo de estrategia comunicacional logrará mantener su popularidad o, por el contrario, terminará por aislarlo aún más de amplios sectores de la población.