Leo Bilansky, de la Asociación de Empresarios para el Desarrollo, dialogó con FM La Isla y expuso las preocupaciones sobre la situación actual de las PyMES en Argentina, destacando la caída en las ventas, los despidos y la falta de políticas gubernamentales para incentivar la demanda y el desarrollo productivo.
En medio de una coyuntura económica desafiante, FM La Isla entrevistó a Leo Bilansky, representante de la Asociación de Empresarios para el Desarrollo, quien dio un sombrío panorama sobre la realidad que enfrentan las PyMES en Argentina. La crisis del consumo, la caída de ventas en diversos mercados y la ausencia de políticas gubernamentales efectivas para incentivar la demanda han agudizado la recesión, impactando duramente en el tejido empresarial del país.
«La situación de las PyMES no es buena», declara Bilansky. «Desde la asociación relevamos cada 3 meses la situación del mercado interno y los datos que se verifican son malos». Los números son contundentes: «La tasa de despidos indica que 1 de cada 4 empresas despidió trabajadores en el primer trimestre; en el caso de las industrias 1 de cada 3; por el contrario, 1 de cada 10 tomó trabajadores».
La capacidad industrial utilizada ha disminuido considerablemente, ubicándose en niveles similares a los previos a la pandemia, mientras que la rentabilidad y las ventas también muestran cifras preocupantes. «Solo el 33% de las empresas informan ventas normales en el caso de la industria, mientras que en el caso de los servicios son cerca del 60%», señala Bilansky.
El referente de la asociación de empresarios criticó duramente la falta de políticas productivas por parte del Gobierno: «Este Gobierno no tiene una política productiva, de desarrollo nacional y recuperación de salarios». Además, enfatizó la falta de diálogo con el sector empresarial, especialmente con las PyMES: «Las PyMES no existen para Javier Milei, por lo tanto, no hay una vocación de los funcionarios públicos de escuchar al sector que más empleo da en Argentina».
Bilansky también arremetió contra la Unión Industrial Argentina (UIA), acusándola de complicidad con el Gobierno: «Salen a hablar después de que se desplomaron los sectores industriales, cuando son los que cogobiernan». Asimismo, rechazó rotundamente el reciente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que bloquea el diálogo democrático, advirtiendo sobre las consecuencias de una guerra contra las PyMES.
“Para nosotros se tiene que rechazar el DNU porque bloquea cualquier tipo de diálogo democrático, después de ahí discutimos todo. Estamos dispuestos a hablar de reforma laboral, achicamiento del Estado, privatización de empresas, no hay problema en dar la discusión, pero nunca a lo dictatorial como lo hace el DNU. Si el Gobierno le quiere declarar la guerra a las PyMES que siga avanzando, después veremos quién perdura en el tiempo”, cerró.
