Lo aseguró el conductor de Uber, Matías Rodríguez, quien dialogó con la prensa luego de la tensa comisión que se vivió en el Concejo Deliberante en el día de hoy.
El Concejo Deliberante vivió un tenso escenario este 25 de octubre mientras se discutía la implementación de plataformas digitales para el servicio de transporte público particular.
Entre los presentes resaltó la presencia de uno de los choferes de Uber, Matías Rodríguez, que tras unas fuertes palabras cruzadas con otros conductores y representantes de taxis y remises, dialogó con la prensa manifestando que si trabajan en la plataforma es por necesidad.
“A los que estamos sin trabajo y con antecedentes de haber sido sindicalista nos cortan la oportunidad de trabajar en varios sectores. La única opción que me quedó fue trabajar en Uber y lo que vine a plantear es que se regularice”, apuntó el conductor.
“Queremos trabajar legalmente, con todas las condiciones que así lo requieran. Lamentablemente, estamos ante un cierto sector que tiene un recelo hacia la aplicación de Uber, en una postura cerrada y no permiten ver lo que realmente sucede”, continuó acusando.
“Yo tengo carnet al día, profesional, el vehículo con la VTV correspondiente, tengo seguro y soy monotributista, tengo todas las condiciones”, mencionó.
En este sentido, Matías López destacó particularmente el acompañamiento de la concejal Mora quien fue una de las agraviadas por taxistas y remiseros:
“Es la única persona que vi que está metida con el pueblo. Toma servicio público, he tenido la oportunidad de llevarla sin cobrarle porque la he visto caminando, entonces me parece injusto que entre 40 o 50 remiseros vengan a increpar a una sola persona”, criticó duramente el conductor, pero llamó a la paz: “La idea de esto no es pelearse entre trabajadores sino llegar a una solución, que se regularice y se pueda trabajar de manera normal”.
Por otro lado, habló sobre la demanda que existe en Río Grande. Señaló que inclusive los mismos usuarios están a favor de la regularización e inclusive en caso de ir a la Justicia existen conversaciones públicas que se toman durante el trayecto que darán cuenta de la demanda.
“Con las nuevas tecnologías y el avance de la sociedad es necesario regularizar este tipo de trabajo”, insistió López.
Abrió la puerta a hablar la seguridad que reviste Uber ya que se graba todo lo que ocurre dentro del vehículo, queda el registro de chofer, pasajero, hora y recorrido. “No hay forma en caso de haber denuncia de acoso o robo, queda todo grabado”, aseguró.
También la aplicación contempla las horas de descanso de los conductores y no permite volver a subirse al vehículo si no se pasa, al menos, un límite de 6 horas de descanso.
Sobre los porcentajes que obtienen los conductores por viaje, López reconoció que la aplicación retiene un 30% que luego es devuelto al cumplir ciertos objetivos. Particularmente mencionó los precios: “La bajada de bandera son $290 pesos más $30 por minuto de espera y $150 pesos por kilómetro”.
“También ahí va la diferencia de quien usa Uber como un extra o quienes no llegan a fin de mes, la mayoría de los trabajadores del Estado están precarizados, tienen salarios bajos, alquileres altos, no hay control de precios en los comercios, entonces uno trabaja a conciencia y dependiendo de las horas que estés detrás del volante va a ser la ganancia que deje”, denunció.
Por último, sobre las sanciones por el control municipal al no encontrarse habilitados mencionó que el equipo técnico de Uber solicita toda la información y el equipo de abogados hace la tramitación: “Como todo trámite burocrático tiene sus demoras, pero la empresa cuida tanto a los socios choferes como a los conductores”, concluyó Matías López.