Investigadores descubren un recurso renovable y limpio que podría reemplazar al petróleo como fuente de energía global.
El mundo entero está asombrado por el descubrimiento de una nueva fuente de energía que promete cambiar el rumbo de la industria energética: el hidrógeno blanco, un gas natural con el potencial de convertirse en el sucesor del petróleo. Aún poco conocido en Argentina, este gas se encuentra bajo las capas más profundas de la Tierra, resguardado por las placas tectónicas, similar a cómo el petróleo ha permanecido oculto durante millones de años.
Una fuente inagotable de energía bajo nuestros pies.
Recientes investigaciones realizadas en la región de Lorena, Francia, confirmaron la existencia de este poderoso gas natural. La compañía gasífera que lideraba la perforación en busca de hidrocarburos, descubrió el hidrógeno blanco, un gas que comenzó a emerger una vez concluidas las perforaciones. Se cree que este gas ha estado allí durante millas de años, producto de una reacción química entre el agua atrapada entre las placas tectónicas y minerales como el hierro, que provoca una oxidación natural.
Este hallazgo ha sido calificado como el “petróleo infinito” debido a su capacidad de regenerarse continuamente, a diferencia del petróleo convencional, que está en vías de agotación. Este recurso energético renovable ha sido deslumbrado a expertos de todo el mundo. Además de Francia, se han registrado descubrimientos en países como Estados Unidos, Japón y Mali, y los estudios se están centrando ahora en Australia, donde se presume que existen grandes yacimientos de hidrógeno blanco.
El blanco hidrógeno: una alternativa limpia y abundante
El hidrógeno ha ganado terreno en los últimos años como una fuente de energía limpia y renovable, especialmente en sectores donde tradicionalmente se utilizaba gas natural. Este gas, al ser quemado, solo produce vapor de agua como subproducto, lo que lo convierte en una opción mucho más saludable en términos ambientales, eliminando las emisiones de carbono.
Aunque el hidrógeno es uno de los elementos más abundantes en la Tierra, su obtención en estado puro es costosa y compleja. Generalmente, se extrae mediante un proceso de electrólisis, que utiliza electricidad para separar los átomos de hidrógeno del oxígeno en el agua. Si la electricidad proviene de fuentes renovables, el hidrógeno obtenido se denomina “hidrógeno verde”. Sin embargo, el hidrógeno gris, producido a partir de hidrocarburos, es la forma más común en la actualidad.
Lo que hace único al hidrógeno blanco es que se encuentra en su estado puro, concentrado a gran escala bajo la Tierra, lo que elimina la necesidad de procesos complejos y costosos de separación. Además, ofrece mayor estabilidad y confiabilidad en comparación con otras fuentes renovables como la energía eólica y solar, que dependen de las condiciones climáticas.
Un recurso inagotable para el futuro energético global
Se estima que el mundo cuenta con aproximadamente 150 billones de toneladas métricas de hidrógeno blanco, lo que representaría una fuente de energía suficiente para cubrir la demanda de Estados Unidos durante 1.000 años, según cálculos de Doug Wicks, director de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Energía de EE.UU. UU.
Las compañías energéticas vinculadas a los combustibles fósiles son las más capacitas para realizar la búsqueda de este gas, ya que el proceso de excavación para su extracción es similar al utilizado para obtener petróleo, pero con la ventaja de que no requiere refinamiento, lo que reduce significativamente los costos.
Argentina y el potencial del hidrogeno blanco
Aunque el blanco hidrógeno aún no es ampliamente conocido en Argentina, el país cuenta con una industria hidrocarburífera consolidada que podría aprovechar este recurso. A medida que los descubrimientos se multiplican, el mundo podría contar con una fuente de energía infinita, limpia y renovable para satisfacer la creciente demanda de electricidad global. Argentina, al igual que otras naciones, tiene la oportunidad de unirse a esta nueva era energética, ya que este tipo de gas natural se convierte en una opción más que viable para el futuro energético del planeta.