A partir del 23 de este mes, se cierra la última moratoria previsional, dejando a miles de personas sin acceso a una jubilación plena. Solo tres de cada diez hombres y una de cada diez mujeres cumplirán con los requisitos para jubilarse, mientras que el resto deberá conformarse con una prestación reducida. La oposición busca alternativas, pero el Gobierno descarta una prórroga o una reforma integral.
A pesar de que el presidente Javier Milei aseguró que una reforma jubilatoria integral “no está en agenda”, el sistema de seguridad social enfrentará una transformación significativa a partir del 23 de este mes. Ese día vence la última moratoria previsional, lo que implica que miles de personas en edad de jubilarse quedarán excluidas del régimen general si no han cumplido con los 30 años de aportes requeridos por la ley. Este cambio afectará especialmente a quienes no logren reunir los requisitos, obligándolos a acceder a la Prestación Básica Universal al Adulto Mayor (PUAM), que equivale al 80% del haber mínimo.
Según las estadísticas difundidas por la Anses, solo el 30% de los hombres y el 10% de las mujeres en edad jubilatoria cumplen con los dos requisitos fundamentales: la edad (60 años para mujeres y 65 para hombres) y los 30 años de aportes. Quienes no alcancen estas condiciones deberán conformarse con la PUAM, y en el caso de las mujeres, deberán esperar hasta los 65 años para cobrarla.
Ante esta situación, legisladores de la oposición están impulsando diversas propuestas para evitar que un amplio segmento de la población quede fuera del sistema previsional. El kirchnerismo y la izquierda reclaman una prórroga de la moratoria por dos años, mientras que otros bloques proponen una prestación proporcional que complemente la PUAM, ajustándose a los años de aportes realizados.
Este debate promete generar un nuevo enfrentamiento político en un año electoral, especialmente en un tema tan sensible como las jubilaciones. Sin embargo, el Gobierno ha confirmado que no prorrogará la moratoria ni impulsará una reforma previsional integral antes de fin de año. El presidente Milei justificó esta decisión al despedir al exjefe de la Anses, Mariano de los Heros, quien había adelantado la posibilidad de una reforma. “Un funcionario de segunda línea no tenía por qué hablar de un tema que no está en la agenda. Me pareció una falta de respeto”, afirmó el mandatario.
Expertos en materia previsional, como Rafael Rofman, investigador principal de Cippec, critican la falta de avances en una discusión de fondo sobre el sistema jubilatorio. “Nuestro sistema es caro, injusto e ineficiente”, advierte Rofman. “Gastamos más de lo que deberíamos, tratamos de manera desigual a personas con historias laborales similares, y no logramos proteger adecuadamente a nuestros adultos mayores”.
Rofman sostiene que el cierre de la moratoria es una oportunidad para discutir una reforma integral que elimine privilegios e ineficiencias. Junto a un grupo de legisladores de distintos bloques, está trabajando en una propuesta en el marco de la Red de Acción Política (RAP), dirigida por Alan Clutterbuck.
¿Prórroga o prestación proporcional?
El kirchnerismo insiste en que la única solución viable es prorrogar la moratoria, argumentando que beneficia a quienes no pudieron completar sus aportes debido a la informalidad laboral. “La Ley Bases permite condonar la deuda de los empleadores, pero cuando el trabajador quiere pagar lo que su empleador no pagó, se lo condena a caer en la PUAM”, señaló el diputado Leopoldo Moreau, autor de un proyecto para extender la moratoria.
Por su parte, Nicolás del Caño, diputado de izquierda, alertó sobre las consecuencias de no prorrogar la moratoria: “Esto eleva la edad jubilatoria de las mujeres a 65 años y reduce en un 20% la jubilación mínima”.
Sin embargo, otros sectores de la oposición consideran que la moratoria no es la solución. Argumentan que este tipo de parches han debilitado el sistema previsional durante décadas. Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), en 2023 el 85,2% de las altas de jubilaciones por vejez se realizaron a través de la moratoria.
Como alternativa, proponen una prestación proporcional que reconozca los años de aportes realizados. “Hay una enorme cantidad de gente con entre 5 y 15 años de aporte. No reconocerlos sería una injusticia”, afirmó Nicolás Massot, de Encuentro Federal.
Aunque la prestación proporcional no es una idea nueva –fue propuesta por la UCR y discutida durante la Ley Bases–, su implementación sigue siendo incierta. Mientras tanto, miles de argentinos enfrentan la incertidumbre de un futuro sin una jubilación digna.
