Explosión de Personas en Situación de Calle en Buenos Aires: Una Crítica Alerta Social

La crisis económica y política profundiza la marginalidad en la Ciudad de Buenos Aires y otras regiones del país.

En plena ola de calor, una imagen capturada por Alfredo Suhring, empleado de la librería Zivals en la intersección de Corrientes y Callao, revela una cruda realidad: una fila de personas en situación de calle, descansando a la intemperie con las cabezas orientadas hacia la pared como única forma de protección. La foto, tomada en la mañana de un viernes, se viralizó rápidamente en redes sociales y desató un debate sobre el creciente problema de la indigencia en la Capital Federal.

“Nunca vi algo así en más de 20 años trabajando aquí. Parece que estamos ciegos, convertidos en zombis. Es doloroso y se repite en casi todas las cuadras de la ciudad”, declaró Suhring, quien también señaló que la situación lo superó.

Cifras en aumento y cuestionamientos sociales

El número de personas sin techo en Buenos Aires ha crecido de manera alarmante. Datos del Ejecutivo porteño revelaron que, para noviembre de 2024, hubo un incremento del 35% respecto al año anterior, con un registro de 4.416 personas en situación de calle. Sin embargo, organizaciones sociales como Proyecto 7 aseguran que la cifra real es al menos tres veces mayor, superando las 12 mil personas.

Horacio Ávila, referente de Proyecto 7, advirtió que la situación era previsible. “Cuando el gobierno de Javier Milei firmó el DNU que desreguló los alquileres, anticipamos esta crisis. La inflación galopante, el aumento de la pobreza y la eliminación de protecciones laborales han empujado a miles a la calle”, afirmó.

Historias de una crisis humanitaria

Las calles cercanas a Zivals son testigos de la tragedia cotidiana. Rubén, de 30 años y oriundo de Rosario, vive en la calle desde hace seis meses. “Buenos Aires tiene algo: siempre encontrás algo para comer”, asegura. Lucas, de 36 años, relata cómo escapó de problemas familiares en Lugano y ahora sobrevive juntando cartones y pidiendo sobras en el microcentro.

Carlos, quien lleva casi una década en la calle, afirma: “Nunca vi tanta gente nueva en esta situación como ahora”. La crisis afecta también a comercios y restaurantes. Andrés, mozo en La Giralda, sostiene que los fines de semana “explota de gente en calle, pidiendo ayuda”.

Impacto nacional y leyes incumplidas

El fenómeno trasciende las fronteras de la Capital Federal. Según un relevamiento de Renacalle en 2023, se contabilizaron más de 500 personas sin techo en Santa Fe Capital, más de 150 en Paraná y casi 200 en San Salvador de Jujuy. Los datos reflejan que el 88,3% de las personas en calle son adultos, mientras que el 11,7% son niños y adolescentes. Además, el 15,3% son mujeres, y un 0,5% se identifica como trans o travesti.

Pese a la gravedad de la situación, la Ley Nacional sobre Personas en Situación de Calle, sancionada hace tres años, sigue sin ser reglamentada completamente. Esta legislación prevé la creación de una red nacional de centros de integración social. Horacio Ávila denuncia que la norma “es una letra muerta” debido a la falta de asignación presupuestaria. “Mientras el gobierno genera más pobreza, también le quita alimentos a los comedores y deja a los enfermos sin medicación”, criticó.

Reacciones del gobierno porteño

La foto viralizada por Suhring provocó una rápida respuesta del gobierno de la Ciudad. Gabriel Mraida, ministro de Desarrollo Social, se comunicó con el empleado de Zivals para informarle que se tomarían medidas. “Les dije que al menos acerquen un vaso de agua y hagan su trabajo”, comentó Suhring.

Desde la Asamblea por los Derechos de las Personas en Situación de Calle (APDPSC) alertaron sobre un fenómeno cada vez más preocupante: la presencia de niños y adolescentes sin un referente adulto. “Esto no es solo consecuencia de la crisis económica, sino de un desinterés sistemático por los derechos sociales”, afirmaron.

Conclusión: Una alarma urgente

La problemática de las personas en situación de calle es un reflejo de las profundas desigualdades que atraviesan la Argentina. La combinación de una política económica desregulada, la eliminación de protecciones laborales y la indiferencia gubernamental ha generado una crisis humanitaria sin precedentes. Mientras tanto, las organizaciones sociales siguen luchando por visibilizar una realidad que no puede seguir siendo ignorada.

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