El presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción, Daniel Wallner, alerta sobre la delicada situación del sector debido a la paralización de la obra pública por parte del Gobierno nacional. Las empresas enfrentan costos insostenibles y cientos de trabajadores están desempleados.
La situación para las empresas constructoras de Tierra del Fuego es alarmante. En diálogo con FM La Isla, el presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción, Daniel Wallner, compartió su preocupación ante la grave crisis que atraviesa el sector a raíz de la paralización de la obra pública dispuesta por el Gobierno nacional.
Wallner destacó que las compañías están en un estado de parálisis forzada, con maquinarias costosas quedando en desuso y generando gastos que continúan afectando las finanzas empresariales. “Todas las empresas queremos terminar las obras que ya habían comenzado, pero la situación es crítica. Las empresas que trabajaban exclusivamente en el sector público serán las más afectadas”, advirtió.
El empresario explicó que la realidad varía según la región: mientras que en la zona norte algunas empresas tienen la posibilidad de reconvertirse hacia el sector petrolero o industrial, en la zona sur, dependiente del turismo, el proceso de transformación será mucho más complejo y prolongado. No obstante, Wallner dejó una luz de esperanza al asegurar que la obra pública provincial continuará gracias a los recursos generados localmente, aunque esto no será suficiente para cubrir la demanda del sector.
En cuanto a la situación económica de las empresas, no dudó en definirla como “complicada”. “Los gastos siguen corriendo, y muchas empresas han cobrado sin actualización por la inflación. Estamos luchando para que se regularicen esos pagos”. Según datos proporcionados por la UOCRA, la situación laboral es crítica: unas 900 personas están actualmente desocupadas, y la paralización de la construcción de 500 viviendas ha dejado sin trabajo a al menos 250 personas.
Ante la posibilidad de una reapertura de la obra pública en la nueva temporada, Wallner fue cauteloso. “No hay nada garantizado. Si alguna obra comienza, será con el mínimo de personal y los plazos se duplicarán debido a la falta de fondos”.
El presidente de la Cámara fueguina concluyó con un mensaje de incertidumbre respecto al futuro del sector a nivel nacional. “Nos preocupa no saber qué va a pasar. Los corralones no han tenido ventas significativas desde enero, ya que no hay obras privadas de magnitud, y la inflación ha golpeado con fuerza a toda la cadena de valor”. El panorama para las empresas constructoras en Tierra del Fuego y en el resto del país sigue siendo incierto y preocupante, con pocas señales de mejora en el horizonte.