En medio de purgas internas y tensiones políticas, Karina Milei emerge como la figura decisiva en el entorno de Javier Milei. Con un manejo implacable de las alianzas y las decisiones, su influencia se extiende desde la Casa Rosada hasta las provincias, donde el futuro del movimiento libertario se juega en las urnas.
El “triángulo de hierro” confirma una máxima del poder libertario: “Javier Milei es la cabeza, pero Karina es el cuello”. Con un simple movimiento, ella define el rumbo del movimiento, abriendo o cerrando las puertas de las fuerzas celestiales que rodean al líder libertario. La reciente purga interna, que comenzó con la renuncia de Eduardo Serenellini y culminó con la expulsión de Ramiro Marra, ha dejado al descubierto un dilema crucial: la provincia de Buenos Aires.
“Karina no lo puede ni ver”, murmuraban en los pasillos cercanos al despacho del secretario de Medios, enfrentado tanto física como ideológicamente con el vocero Manuel Adorni. Serenellini había presentado su renuncia, pero su relevancia en el gabinete ya era nula. Marra, cofundador de La Libertad Avanza (LLA), ni siquiera llegó a asumir un cargo oficial antes de ser expulsado. “Ejecuten la Orden 66”, fue el mensaje en redes sociales atribuido a Santiago Caputo, aliado cercano de Milei, que selló el destino de su excompañero de secundaria. La acusación de “traición” flota en el aire, aunque sin pruebas concretas.
El enfrentamiento entre Adorni y Marra podría trasladarse a las urnas en las próximas elecciones locales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Para enfrentar a Jorge Macri, Adorni habría puesto una condición: mantener el control de la Secretaría de Comunicación y Medios. Belén Stettler, quien había renunciado a ese cargo y fue reemplazada por Serenellini, regresó meses después bajo la tutela de Karina.
En la provincia de Buenos Aires, la hermana de hierro ejecutó un plan similar al desplegado en la capital. Carlos Kikuchi, exvocero de Domingo Cavallo, fue el encargado de armar la estructura bonaerense de Milei hasta que Karina decidió reemplazarlo por el exmenemista Sebastián Pareja. Kikuchi, molesto por la decisión, rompió el bloque en la Legislatura bonaerense, donde Caputo tiene a Agustín Romo como presidente de los libertarios. Pareja, presentado a los Milei por Kikuchi en una cena, terminó enfrentándose con su antiguo aliado en un altercado en el estacionamiento de Galerías Pacífico, un encuentro fortuito que distó de ser pacífico.
La expulsión de Marra desató una ola de críticas dentro de las fuerzas libertarias. Quienes defienden a Marra cuestionan la “tabla rasa” aplicada también contra figuras como Daniel Scioli, Carolina Piparo e incluso José Luis Espert. Este último, aunque tiene la promesa de Milei de encabezar la lista de diputados nacionales, carece del respaldo de Karina, quien incluso evalúa la posibilidad de presentarse como candidata testimonial.
El dilema en la provincia de Buenos Aires se agudiza al observar las encuestas. Según la última medición de Management & Fit, Espert cuenta con una intención de voto del 23%, mientras que Karina Milei alcanza el 12.9%. Cristina Kirchner lidera con el 27.3%, pero en la comparativa entre fuerzas, La Libertad Avanza obtiene el 38.7% frente al 30.7% de Unión por la Patria.
En el desglose, Espert también se impone entre los votantes de LLA, con un 53.2% a su favor frente al 31.6% de Karina. Entre los seguidores de Milei en las presidenciales, el 46% optaría por Espert, mientras que el 31.5% elegiría a Karina. Además, el economista parece absorber mejor el voto del PRO: entre los votantes de Patricia Bullrich, el 41.7% apoyaría a Espert, el 28.9% a Diego Santilli y solo el 15.5% a Karina.
La expulsión de Marra coincidió con un avance de Bullrich en el ámbito libertario de CABA y PBA. La ministra de Seguridad niega en privado su afiliación a LLA, lo que sugiere que podría estar intentando mantener el sello del PRO. Bullrich aportó tres legisladores al bloque porteño liderado por Pilar Ramírez, aliada de Karina, y designó a Eduardo “Lalo” Creus, ex piquetero y excandidato a intendente de La Matanza, como director nacional de Seguridad Municipal.
Creus será el nexo entre Bullrich y los intendentes del conurbano bonaerense, así como de otras provincias clave. En La Matanza, distrito crucial para las elecciones, enfrentó a “El Dipy”, un proyecto político del PRO. “Mauricio Macri siempre quiso incluirlo por sus conexiones empresariales”, comentan sobre el cantante de cumbia.
Más allá de las estrategias partidarias, la apuesta central es la ley antimafia, incluida en el temario de sesiones extraordinarias. Esta normativa otorgaría superpoderes a los fiscales, permitiéndoles realizar allanamientos y escuchas sin necesidad de autorización judicial repetida. “La violencia se concentra en una docena de municipios y comienza a tener vínculos internacionales, con bandas de Brasil y Paraguay”, advierte Creus.
Distritos como Moreno, La Matanza, Esteban Echeverría, José C. Paz, Merlo, Lanús, Lomas de Zamora y Mar del Plata son focos críticos de inseguridad, la mayoría gobernados por el peronismo. En Moreno, el asesinato de Lucas Aguilar, un joven de 20 años que trabajaba como delivery, desató protestas frente a la Municipalidad.
En este escenario, Cristina Kirchner advirtió a Axel Kicillof que la inseguridad en el conurbano sería noticia diaria. La intendente de Moreno, Mariel Fernández, vicepresidenta del PJ nacional, enfrenta el desafío de contener la creciente ola de violencia mientras el movimiento libertario busca consolidar su presencia en la provincia más importante del país.