El Gobierno de Milei acelera negociaciones con el FMI ante la crítica pérdida de reservas para contener el dólar

La administración de Javier Milei enfrenta una carrera contra el tiempo para asegurar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permita acceder a divisas frescas. La urgencia se debe al rápido desgaste de las reservas oficiales, utilizadas para frenar la escalada del dólar y evitar un rebrote inflacionario. En este contexto, el ministro de Hacienda, Luis Caputo, ha desembolsado cifras récord en intervenciones cambiarias, superando ampliamente los esfuerzos de sus predecesores.

El Ejecutivo de Javier Milei se encuentra en una carrera contrarreloj para concretar un pacto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permita obtener divisas frescas. La razón de fondo es alarmante: las arcas estatales están sufriendo un drástico desgaste de reservas y fondos en su intento por controlar el valor del dólar, mantenerlo estable y, de este modo, evitar un repunte inflacionario que podría desestabilizar aún más la economía.

El pasado viernes, el ministro de Hacienda, Luis Caputo, destinó 600 millones de dólares de las reservas para este propósito, una medida que encendió las alarmas en los mercados y obligó al Gobierno a solicitar un mensaje de tranquilidad al FMI. Esta intervención no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia que ha batido récords en términos de gasto.

Según cifras oficiales, en apenas un año, Caputo ha utilizado más del doble de los recursos que sus antecesores, Martín Guzmán y Sergio Massa, emplearon para intervenir en la brecha cambiaria durante sus respectivas gestiones. Mientras que Guzmán y Massa desembolsaron en conjunto poco más de 10 mil millones de dólares, Caputo ha gastado 21.600 millones, sin incluir los datos de enero de este año. De este monto, más de 17 mil millones corresponden al denominado “dólar Blend”, un mecanismo de intervención indirecta que el Gobierno prefiere no contabilizar como tal, pero que representa una herramienta clave para estabilizar el tipo de cambio.

La consultora Eco Go detalla que, solo en el primer mes de 2024, la intervención se intensificó aún más: se utilizaron 940 millones de dólares de las reservas del Banco Central y otros 1.200 millones del dólar Blend provenientes del sector agroexportador. Además, se incluyen en este cálculo los ingresos por turismo, que se liquidan al tipo de cambio financiero.

Comparación con gestiones anteriores
Martín Guzmán, quien ocupó el Ministerio de Economía hasta junio de 2022, empleó 2.766 millones de dólares para intervenir en la brecha cambiaria durante su gestión. Su período coincidió con una etapa de mayor crecimiento económico y menor volatilidad, en comparación con el escenario actual. Guzmán dejó el cargo en medio de tensiones por el acuerdo con el FMI, y tras un breve interinato de Silvina Batakis, asumió Sergio Massa.

Massa, quien también fue candidato presidencial, enfrentó un contexto aún más complejo, marcado por una severa sequía que impactó en las exportaciones agropecuarias. Durante su gestión, que se extendió hasta septiembre de 2023, utilizó 7.619 millones de dólares para contener el dólar. Cabe destacar que, hacia el final de su mandato, Massa logró una inyección de 5.000 millones de dólares del FMI, un respiro temporal para las finanzas públicas.

El FMI, la última esperanza
En medio de esta sangría de reservas, el Gobierno apura las negociaciones con el FMI. La administración de Milei insiste en que la economía crecerá un 5% este año, lo que requeriría un flujo constante de divisas no solo para contener la brecha cambiaria, sino también para financiar importaciones. Sin embargo, el Fondo mantiene una postura firme: considera que el tipo de cambio está artificialmente atrasado y no está dispuesto a financiar intervenciones que podrían derivar en un nuevo pico inflacionario.

Esta pulseada entre el FMI y el Gobierno pone en evidencia un dilema central: si el Ejecutivo accede a una devaluación para obtener más dólares, corre el riesgo de perder su meta inflacionaria en un año electoral. Por el contrario, si mantiene el tipo de cambio atrasado, la presión sobre las reservas seguirá creciendo.

Críticas desde el ámbito económico
Christian Butteler, economista que apoyó a Milei en las elecciones pero que se muestra crítico de la estrategia cambiaria, expresó en su cuenta de X (antes Twitter): “El día que se eliminen las restricciones cambiarias, seguramente el dólar suba. Eso impactará en los precios, acelerando nuevamente la inflación. Pero eso no pasará por sacar el cepo, sino por haber atrasado el tipo de cambio durante estos meses”. Butteler agregó que, al negarse a devaluar, el Gobierno reconoce implícitamente que ha mantenido el tipo de cambio artificialmente bajo.

Conclusión
La situación actual deja al Gobierno de Milei en una encrucijada compleja. Mientras intenta llegar a las elecciones con un dólar estable y una inflación controlada, la realidad de las reservas y las exigencias del FMI lo colocan en una posición cada vez más difícil. La pregunta que queda en el aire es si el Ejecutivo podrá mantener su estrategia sin comprometer aún más las ya debilitadas finanzas públicas.

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