Donald Trump reaviva la guerra comercial: Impone nuevos aranceles al acero y aluminio

El mandatario norteamericano busca proteger la industria local con una tasa del 25% sobre las importaciones de metales. La medida impacta de lleno en las exportaciones argentinas y genera tensiones internacionales.

En una medida que vuelve a sacudir el comercio internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio. El anuncio fue realizado desde el Air Force One mientras se dirigía a la final del Super Bowl, y el lunes siguiente firmó las correspondientes órdenes ejecutivas para poner en marcha la disposición. La medida también contempla la aplicación de “aranceles recíprocos”, con los que Estados Unidos replicará las tasas que otros países imponen sobre productos estadounidenses.

Impacto en Argentina y las grandes siderúrgicas

La decisión de Trump tiene un fuerte impacto en las exportaciones argentinas de aluminio y acero, que provienen principalmente de empresas como Aluar, Acindar, Ternium y Tenaris. Estas empresas ya habían enfrentado restricciones comerciales similares en 2018, pero la situación se suavizó tras el establecimiento de un cupo preferencial.

Según cifras del sector, las exportaciones de aluminio argentino en 2023 alcanzaron los 857 millones de dólares, representando el 1,3% de las exportaciones totales del país. Aproximadamente el 60% de esas ventas tuvieron como destino Estados Unidos. En cuanto al acero, Argentina se ubica en el puesto 32 a nivel mundial, con especial relevancia en la producción de tubos sin costura, utilizados principalmente en el sector de hidrocarburos. El año pasado, las exportaciones de productos de acero hacia Estados Unidos sumaron unos 110 millones de dólares.

Canadá y México, los principales afectados

Estados Unidos es fuertemente dependiente de las importaciones de aluminio, con alrededor del 80% de su consumo interno proveniente del exterior. Los principales proveedores son Canadá, Emiratos Árabes Unidos y México. En el caso del acero, la dependencia es menor, pero los principales exportadores hacia el mercado norteamericano incluyen a Brasil, China, Corea del Sur, Alemania y Japón.

El país que podría verse más perjudicado por la medida es Canadá, que exportó el año pasado cerca de 20.000 millones de dólares en acero y aluminio a Estados Unidos. “Esta acción no afectará a todos los países, solo a aquellos que imponen aranceles injustos a nuestros productos,” aclaró Trump.

Políticas disruptivas y tensiones comerciales

El anuncio también incluye la aplicación de “aranceles recíprocos”, una medida que busca equilibrar las tasas que otros países imponen a productos estadounidenses. “Si nos gravan con el 130% y nosotros no hacemos lo mismo, eso no seguirá así,” advirtió el mandatario.

Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia de Trump para fomentar la producción industrial dentro de Estados Unidos y fortalecer el empleo local, una postura que va en contra del esquema liberal de comercio global que se consolidó desde los años 90.

Contraste con Milei: La paradoja ideológica

A pesar de definirse como un gran admirador de Donald Trump, el presidente argentino Javier Milei podría calificar estas medidas de estatistas y proteccionistas si provinieran de otro país. Sin embargo, la relación entre ambos mandatarios responde a intereses pragmáticos: mientras Trump encuentra en Milei un aliado para impulsar políticas de apertura y desregulación en América Latina, el argentino busca respaldo en el Directorio del Fondo Monetario Internacional.

Reacciones internacionales y posible escalada comercial

El anuncio de los nuevos aranceles generó incertidumbre en los mercados internacionales. Las acciones de los fabricantes de metales en Estados Unidos experimentaron un aumento, ante la expectativa de una mayor participación de mercado. Sin embargo, también se prevé una serie de medidas de represalia por parte de la Unión Europea, China y otros países de renta media y alta.

Durante la primera gestión de Trump, estas represalias incluyeron la imposición de aranceles a productos estadounidenses, lo que generó tensiones comerciales que impactaron en el comercio global. La historia podría repetirse, ahora con nuevos actores y una economía mundial que intenta recuperarse de los efectos de la pandemia.

Perspectivas y retos futuros

Con estas medidas, Trump reafirma su postura proteccionista y su estrategia de reactivar la industria nacional mediante barreras comerciales. Sin embargo, el impacto negativo para países exportadores, como Argentina, y la posibilidad de represalias comerciales por parte de otras naciones, auguran un escenario complejo para el comercio internacional.

La medida también plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales, quienes ya evalúan alternativas para mitigar las consecuencias de las políticas del mandatario norteamericano.

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