Un sondeo nacional revela que la gestión del presidente argentino perdió 1,5 puntos en su valoración positiva, mientras que la negativa aumentó 2,4 puntos. La polémica por el lanzamiento del token $LIBRA y la insatisfacción con la situación económica y social del país marcan un cambio en la percepción ciudadana.
La gestión del presidente Javier Milei enfrenta un revés en su popularidad tras el escándalo generado por la criptomoneda Libra, según un estudio realizado por la consultora Management & Fit a nivel nacional. La imagen positiva del mandatario cayó 1,5 puntos, situándose en el 51%, mientras que su imagen negativa experimentó un incremento de 2,4 puntos, alcanzando el 46,2%.
El lanzamiento del token $LIBRA, anunciado por el propio Milei el pasado 14 de febrero, generó un fuerte impacto en la opinión pública, llegando incluso a involucrar a su hermana, Karina Milei, en acusaciones de presunta estafa. Este hecho parece haber influido significativamente en la percepción de los ciudadanos, quienes comenzaron a expresar mayor descontento con la situación económica y social del país.
El relevamiento, llevado a cabo entre el 10 y el 21 de febrero, mostró que la valoración negativa de la situación actual del país aumentó 4,3 puntos, llegando al 45,5%. Este descontento se acentúa entre los mayores de 40 años, donde la calificación de “muy mala” creció notablemente.
En cuanto a las expectativas futuras, también se observa un cambio preocupante: la perspectiva positiva disminuyó 3,6 puntos, mientras que la negativa aumentó. Sin embargo, entre los hombres y los menores de 40 años, aún persiste una leve esperanza de que el país pueda mejorar.
Principales problemas del país
El estudio también indagó sobre los principales problemas que preocupan a los argentinos. La inseguridad registró un incremento de 5,1 puntos en su mención respecto a enero, aunque el primer lugar lo ocupa el aumento de precios y tarifas. Otros temas que preocupan a la ciudadanía son la corrupción, la pobreza, la desocupación, el estado de las escuelas y el narcotráfico.
Llama la atención la disminución en la percepción de la inflación como problema principal. Mientras que en 2023 la desocupación era mencionada por el 51,8% de los encuestados, hoy ese porcentaje se redujo al 20%.
Aprobación cruzada con el voto de 2023
Un dato relevante es la relación entre la aprobación de la gestión de Milei y el voto en las elecciones presidenciales de 2023. El 91,5% de quienes votaron por el actual presidente aprueban su gestión, al igual que el 86,1% de los votantes de Patricia Bullrich. Por el contrario, el 90% de los electores de Sergio Massa y Miryam Bregman desaprueban su administración, al igual que el 62,1% de los votantes de Juan Schiaretti.
Imagen de los partidos políticos
El estudio también analizó la imagen de los principales partidos políticos. La Libertad Avanza lidera en imagen positiva con un 41,5%, aunque su valoración negativa también es alta (42,2%). Unión por la Patria, por su parte, tiene una imagen positiva del 27,3% y una negativa del 55,3%. El PRO registra un 19,6% de imagen positiva y un 48% de negativa, mientras que el peronismo de Schiaretti y la UCR presentan cifras aún más bajas.
Otras encuestas refuerzan la tendencia
Un sondeo adicional realizado por la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) confirmó la caída en la confianza hacia la gestión de Milei. Según este estudio, la confianza en el presidente disminuyó un 1,8% en febrero respecto a enero, y un 0,6% en comparación con el mismo mes de 2024.
No obstante, el informe de la UTDT destacó que, en comparación con otros presidentes en la misma etapa de sus mandatos, Milei mantiene niveles de confianza superiores. Su gestión registra un 8,9% más de aprobación que la de Mauricio Macri en febrero de 2017 y un 40,8% más que la de Alberto Fernández en febrero de 2021.
Conclusión
El escándalo de la criptomoneda Libra y el creciente descontento con la situación económica y social del país han impactado en la imagen de Javier Milei. Aunque su base de apoyo sigue siendo sólida, los desafíos que enfrenta su administración podrían marcar un punto de inflexión en su mandato. La ciudadanía, cada vez más crítica, espera respuestas concretas a los problemas que afectan su día a día.