El Gobierno Nacional pone fin a la intermediación de las obras sociales, beneficiando a las prepagas y afectando a los sindicatos que perderán una fuente clave de financiación.
En una decisión que marca un cambio profundo en el sistema de salud y financiamiento sindical, el Gobierno Nacional decretó que los trabajadores ya no estarán obligados a aportar a las obras sociales de su sector para que esos ingresos sean luego derivados a las prepagas si así lo desean. La medida impacta directamente en los sindicatos, que perderán una importante parte de su financiación, mientras que las empresas de medicina prepaga aumentarán su recaudación.
Reconfiguración del sistema de aportes
Actualmente, el aporte a las obras sociales se compone de un 3% del salario de los trabajadores y un 6% por parte de los empleadores. La intermediación de las obras sociales permitía a los gremios quedarse con un 2% de cada contribución. El decreto firmado por el Titular de la Unidad Gabinete de Asesores del Ministerio de Salud, Roberto Luis Olivieri Pinto, establece que esos aportes se destinarán directamente a las prepagas elegidas por los beneficiarios.
“Dispónese la derivación directa de los aportes y contribuciones de los trabajadores bajo relación de dependencia, del Régimen Especial de Seguridad Social para Empleados del Servicio Doméstico, y las cotizaciones de los beneficiarios adheridos al Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes, a la entidad contratada oportunamente por el beneficiario”, reza el decreto.
Motivaciones del Gobierno
En un comunicado, la Superintendencia de Servicios de Salud argumentó que la medida forma parte de un “reordenamiento del sistema” para que “todos los aportes” lleguen de manera directa a las prepagas elegidas por los beneficiarios. “Esta medida pone fin a un sistema perverso diseñado para sacarle el dinero a los beneficiarios y alimentar cajas negras”, afirmó la entidad dependiente del Ministerio de Salud.
Según cifras oficiales, la medida impactará en más de 1.300.000 titulares, quienes a partir de ahora enviarán sus aportes directamente a sus Agentes del Seguro de Salud, afectando a las denominadas “obras sociales fantasma” o “sellos de goma” que, según el Gobierno, solo subsistían gracias a la intermediación.
Impacto económico y reacciones
El Poder Ejecutivo aseguró que la decisión pondrá fin a negociados que representaban más de 30 mil millones de pesos mensuales. “Esto genera un ahorro directo para el beneficiario, que dejará de financiar el costo de la intermediación”, señalaron fuentes oficiales.
Para aquellos beneficiarios que deseen permanecer en su obra social de origen, el Gobierno estableció un plazo de 60 días para realizar el trámite en el sitio de la Superintendencia de Servicios de Salud. Será la obra social elegida la responsable de continuar brindando las prestaciones de salud.
Fin de la opacidad en el sistema
El Gobierno calificó la medida como “histórica” y aseguró que “transparenta el sistema para siempre”, permitiendo que cada beneficiario sepa con claridad dónde se destinan sus aportes y evitando la financiación de cajas millonarias sin valor agregado.
Esta resolución se suma a una serie de iniciativas orientadas a reordenar el sistema de salud y marcará un antes y un después en el financiamiento sindical y el acceso a servicios de medicina prepaga en el país.