La presidenta del Instituto Provincial de Vivienda y Hábitat, Laura Montes, reveló los avances y dificultades de la provincia en materia de viviendas. A lo largo de la conversación, se destacaron las decisiones del gobernador para modificar las operatorias, la crisis de recursos y las tensiones con Nación sobre los pagos pendientes, mientras se espera la entrega de 54 viviendas en la víspera de las fiestas.
En declaraciones a FM La Isla, la presidenta del Instituto Provincial de Vivienda y Hábitat (IPV), Laura Montes, ofreció detalles clave sobre las medidas adoptadas para afrontar la creciente demanda de viviendas en la provincia. En un contexto marcado por la escasez de recursos y la modificación de políticas, la gestión del IPV ha tenido que adaptarse a las nuevas realidades del sector.
Montes explicó que, dentro del plan de acción, los lotes originalmente destinados para la construcción de viviendas colectivas fueron redirigidos a una nueva operatoria debido a la caída de licitaciones el año pasado. “Estos son lotes que debían haber sido destinados a viviendas, pero por decisión del gobernador, modificamos la operatoria. En la Chacra 9, por ejemplo, se habían licitado 350 viviendas, pero ahora estamos entregando lotes”, señaló Montes. Aunque reconoció que los lotes, de más de 240 metros cuadrados, no pueden satisfacer la misma demanda que una vivienda colectiva, aclaró que la decisión apunta a resolver de manera urgente la situación habitacional.
El cambio en la operatoria también responde a un contexto económico difícil. “Los recursos destinados a viviendas son finitos”, afirmó Montes, refiriéndose a la dependencia de los fondos nacionales que, según explicó, llegan en proporciones limitadas y con un tiempo de ejecución prolongado. Así, el objetivo principal del IPV es culminar las viviendas en ejecución durante los años 2025 y 2026, mientras se siguen generando nuevas operatorias, como la entrega de lotes con servicios.
Montes detalló que la diferencia entre entregar un lote con servicios y un macizo con servicios es significativa, ya que los primeros requieren obras de infraestructura adicionales, como la división y la mensura, para poder ser entregados. “Estamos trabajando en todo, pero la construcción de los servicios es más compleja y requiere tiempo”, subrayó la presidenta.
En cuanto a las deudas con las empresas constructoras, Montes fue claro: “Nación no ha cumplido con los pagos, y el IPV ha tenido que asumir la responsabilidad de saldar estas deudas con fondos propios. A fin de año, si no llegan los pagos de Nación, el IPV cubrirá los montos pendientes”. La falta de pagos, agregada, afecta la viabilidad de los proyectos, ya que los recursos no se actualizan según la inflación, lo que provoca una pérdida de valor.
“Es frustrante”, reconoció Montes, “porque aunque todo está administrativamente aprobado, depende del Ministerio de Economía para que se realicen los pagos. Mientras tanto, nosotros seguimos avanzando con lo que tenemos, pero la situación es difícil”.
A pesar de los desafíos, Montes confirma que el IPV tiene previsto entregar 54 viviendas en las próximas semanas. Las viviendas, que fueron sorteadas el mes pasado, están programadas para su entrega en Chacra 13, y aunque las obras están avanzadas, la finalización de las conexiones exteriores depende de las empresas constructoras. “Esperamos que las entregas puedan realizarse antes de Navidad o entre Navidad y Año Nuevo”, indicó la presidenta.
En relación con las nuevas operatorias, Montes también destacó que la demanda habitacional sigue creciendo, especialmente en un contexto en el que las personas buscan diferentes opciones de vivienda. “Con la reducción del Estado y la creciente demanda, la situación se complica aún más. Muchos quieren departamentos, otros prefieren lotes. Estamos trabajando para segmentar la demanda y asegurar que cada persona tenga acceso a lo que realmente necesita, respetando siempre su antigüedad de inscripción”, concluyó.
En resumen, el Instituto Provincial de Vivienda y Hábitat enfrenta una etapa desafiante, con la necesidad de adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias económicas y políticas. Mientras se siguen entregando viviendas y lotes, la incertidumbre sobre los fondos nacionales y la creciente demanda de soluciones habitacionales siguen siendo los principales obstáculos a superar.