Talleres celebra su primer título nacional con una fiesta histórica en el Kempes

El equipo cordobés vivió una noche inolvidable tras consagrarse campeón de la Supercopa Internacional ante River Plate. Miles de hinchas colmaron el estadio para festejar junto a los jugadores y el cuerpo técnico.

Córdoba se vistió de fiesta. Aunque los carnavales ya quedaron atrás, la alegría en la ciudad no tiene pausa. Talleres, el club que hizo historia al vencer a River Plate en la final de la Supercopa Internacional, celebró su primer título nacional con una gran fiesta en el estadio Mario Alberto Kempes. La dirigencia abrió las puertas del coliseo deportivo para que miles de seguidores pudieran compartir este momento único junto al plantel, recién llegado de su hazaña en Paraguay.

El ingreso al recinto comenzó a las 20 horas, pero fue pasadas las 21 cuando los jugadores hicieron su aparición, desatando la euforia de los aficionados. Entre cánticos de “dale campeón” y ovaciones, cada uno de los futbolistas y miembros del cuerpo técnico fue recibido con fervor. La emoción era palpable, no solo por el triunfo reciente, sino también por el desahogo de años de espera y frustraciones en instancias decisivas.

Andrés Fassi, presidente de Talleres, fue uno de los primeros en dirigirse a la multitud. Con voz emocionada, expresó: “Hoy es un día muy especial, histórico gracias a ustedes. Hoy definitivamente dimos vuelta la historia. Le dimos a la gente ese compromiso que teníamos”. Además, destacó la importancia de este logro: “Luego de 10 años, pudimos conseguir este título para la historia, para la gente, para padres, abuelos, para los que están y no están”. Fassi también agradeció al entrenador, Javier “Cacique” Medina, al cuerpo técnico y a los jugadores, reconociendo su esfuerzo y dedicación.

Guido Herrera, arquero y símbolo del equipo, también tomó la palabra. Con lágrimas en los ojos, compartió su sentir con la hinchada: “Quiero saludar a todos, decirles que disfruten. Sé realmente lo que se sufre, lo que se ansiaba esto. No es para nada fácil. Sean muy felices con los suyos. Esto es una alegría enorme, fue sacarnos una mochila enorme. Fue romper una pared. Lo que vendrá será gigante, porque laburamos para eso”. Sus palabras no solo reflejaron la emoción del momento, sino que también marcaron un horizonte ambicioso para el futuro del club.

Una noche cargada de emociones
El Kempes se transformó en un hervidero de pasión desde el primer instante. El equipo ingresó al campo de juego por un pasillo de honor formado por los juveniles del club, mientras la hinchada coreaba sin parar. Figuras como el “Cacique” Medina, Gastón Benavídez y el propio Herrera recibieron ovaciones cerradas, reconociendo su papel clave en la conquista del título.

En las tribunas, las emociones se multiplicaron. Familias enteras se abrazaron, cantaron y hasta lloraron mientras el plantel desfilaba con la copa por la pista de atletismo. Fue una jornada inolvidable, en la que Talleres no solo celebró un título, sino que también cerró ciclos de frustraciones y abrió nuevas expectativas.

Sin duda, esta noche quedará grabada en la memoria de todos los hinchas de Talleres, quienes, después de tanto tiempo, pudieron gritar con orgullo: “Dale, campeón”. La fiesta en el Kempes fue el broche de oro para un equipo que hizo historia y que ahora mira hacia adelante con la ambición de seguir sumando logros.

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