La ministra de Salud de Tierra del Fuego, Judit Di Giglio, explicó las medidas de cobertura para tratamientos de alto costo, VIH y enfermedades crónicas, pero alertó sobre el impacto de los recortes nacionales en el sistema de salud Provincial.
La Provincia sostiene la cobertura de medicamentos para pacientes sin obra social, pero enfrenta una creciente presión presupuestaria
La ministra de Salud de Tierra del Fuego, Judit Di Giglio, se refirió en una entrevista reciente a la compleja situación que enfrenta el sistema de salud provincial en cuanto al acceso a medicamentos, especialmente para sectores vulnerables y pacientes sin cobertura de obra social. Según detalló, la provincia ha incrementado sus esfuerzos para asegurar la entrega de tratamientos de alto costo, como los destinados a enfermedades crónicas, oncológicas, artritis reumatoide, esclerosis múltiple y VIH. Sin embargo, alertó sobre el peso presupuestario creciente debido a la falta de apoyo sostenido desde el nivel nacional.
Di Giglio destacó que, para pacientes sin obra social, el sistema provincial tiene acuerdos con farmacias que proveen medicamentos con una cobertura del 100%. Actualmente, más de 60.000 personas dependen exclusivamente de este esquema de cobertura, cifra que aumentó un 30% en los últimos diez meses. Esta situación se ve agravada por la disminución de medicamentos proporcionados a través del plan Remediar, un programa nacional que anteriormente abastecía al sistema provincial de ciertos fármacos básicos.
Recortes y retos: cobertura de tratamientos de alto costo en riesgo
La ministra también explicó que, aunque la provincia cubre tratamientos de alto costo, incluyendo inmunomoduladores para enfermedades graves y medicamentos para el tratamiento de VIH y otras condiciones crónicas, el financiamiento necesario para garantizar estos fármacos ha crecido sustancialmente. Actualmente, el gasto mensual de la provincia en medicamentos de alto costo asciende a aproximadamente 600 millones de pesos. Este diseño es significativo en el contexto de una economía provincial limitada, y preocupa la sostenibilidad de esta política a mediano plazo.
“La intención es seguir comprando los medicamentos como hasta ahora, pero los recortes a nivel nacional afectan esta continuidad”, explicó Di Giglio, quien subrayó que, aunque se han buscado alternativas como la regionalización para reducir costos, las trabas administrativas han impedido su implementación. eficaz.
El impacto de la crisis nacional en el sistema de salud provincial
Di Giglio también señaló que los recientes cambios en las políticas de cobertura de las prepagas y obras sociales nacionales han desplazado a más personas hacia el sistema de salud pública, aumentando aún más la demanda. La reducción de las coberturas en medicamentos de PAMI, por ejemplo, que pasaron de cubrir el 100% al 70% o incluso el 40%, ha llevado a que muchos jubilados y pacientes de bajos ingresos deban recurrir a la atención pública para obtener sus tratamientos. .
“El abandono de las prepagas por parte de algunos usuarios no solo aumenta la demanda en el sistema público, sino que también afecta la capacidad de recuperación de costos en nuestros hospitales”, explicó la ministra. En Tierra del Fuego, los centros de salud pública, al igual que los privados, facturan servicios a las obras sociales y prepagas, lo que permite compensar parte de sus gastos. Sin embargo, la salida de pacientes del sistema privado reduce esta fuente de ingresos.
Preocupación ante un posible aumento de enfermedades transmisibles
Di Giglio hizo hincapié en la importancia de asegurar la continuidad de los tratamientos para VIH, ya que los pacientes que siguen su tratamiento sin interrupciones alcanzan un estado de indetectabilidad del virus, lo que reduce significativamente su capacidad de transmisión. La ministra advirtió que, si no se logra mantener este acceso a nivel nacional, podría haber un repunte en la transmisión del virus, lo que implicaría mayores riesgos de salud pública.
Ante este panorama, Di Giglio enfatizó la necesidad de buscar soluciones conjuntas con otras provincias y expresó su preocupación de que el sistema de salud provincial se vea desbordado si la situación continúa deteriorándose. “Si el Estado no puede responder, se percibe una sensación de abandono y el riesgo de que las políticas de salud pública decaigan en varias provincias. Esto tiene un impacto directo en la población más vulnerable”, concluyó la ministra.
