La resolución de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que permite a menores de edad operar en el mercado de capitales generó preocupación entre expertos en salud mental y educación, quienes advierten sobre los riesgos de fomentar la ludopatía en un contexto de adicción creciente a las apuestas online.
La reciente decisión de la Comisión Nacional de Valores (CNV) de permitir que adolescentes a partir de los 13 años inviertan en el mercado de capitales ha despertado una ola de críticas por parte de psicólogos, docentes y expertos en ciudadanía digital. La medida, según el organismo, busca “promover la inclusión financiera de los jóvenes y fomentar la educación económica desde edades tempranas”, aunque ha sido calificada como “sumamente desacertada” por quienes consideran que expone a los adolescentes a riesgos innecesarios.
Federico Pavlovsky, médico psiquiatra, advierte que esta disposición “nos está enfermando de manera global” al poner a disposición de los jóvenes un acceso temprano al mercado financiero. “Se trata de un experimento social sin precedentes, en el cual la tecnología y el mercado financiero se combinan para generar adicciones que antes no existían”, puntualiza.
La normativa establece que los menores deberán contar con autorización de sus padres para abrir una cuenta y operar con acciones, bonos y otros instrumentos financieros. Sin embargo, esto no ha disipado las preocupaciones de quienes temen que se esté normalizando la exposición a riesgos financieros a una edad en la que la madurez emocional aún está en desarrollo. Walter Martello, Defensor Adjunto del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, afirma que la medida “confunde libertades con responsabilidades”, alertando sobre los posibles efectos negativos en adolescentes que aún no están preparados para manejar la presión del mercado.
Riesgos y preocupaciones:
La decisión de la CNV llega en un contexto de creciente adicción a las apuestas online, un fenómeno que, según los expertos, podría verse exacerbado por la posibilidad de que los jóvenes incursionen en inversiones de alto riesgo. Griselda Enrico, psicóloga y docente, cuestiona la lógica detrás de esta medida: “¿Para qué a los 13 años invertir? Se corre el riesgo de convertir a los adolescentes en un objeto más de consumo, cooptados por un sistema que los expone a situaciones para las que no están preparados”.
Lucía Fainboim, especialista en ciudadanía digital, considera que la medida “promueve la búsqueda de dinero fácil” a edades en las que las prioridades deberían ser otras. “En lugar de pensar en multiplicar el capital, los adolescentes necesitan un Estado que les garantice experiencias significativas, alejadas de la especulación financiera”, reflexiona.
Contrapuntos y defensores de la medida:
Ariel Sbdar, fundador de la financiera Cocos Capital, celebró la medida en redes sociales: “Desde los 13 años se podrá abrir una cuenta para comprar bonos argentinos sin pagar comisiones. ¡Gran noticia para Argentina!”, comentó en X (antes Twitter). Por su parte, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, anunció la inclusión de programas de educación financiera en las escuelas secundarias a partir de 2025, buscando así fortalecer la formación de los jóvenes en este ámbito.
Sin embargo, los detractores de la iniciativa insisten en que la adolescencia es una etapa de desarrollo cerebral y emocional, donde la capacidad de toma de decisiones y evaluación de riesgos aún está en proceso de maduración. “La posibilidad de invertir en la bolsa puede llevar a una mentalidad de juego continuo, confundiendo inversión con especulación irresponsable”, sostiene Martello.
Impacto en la salud mental y el futuro de los jóvenes:
Federico Pavlovsky subraya que el avance de la tecnología ha llevado a que las empresas utilicen a las infancias como campo de pruebas para nuevas formas de consumo. “Las repercusiones en la salud mental se están viendo con un retraso considerable, y solo ahora empezamos a comprender la magnitud del impacto de estas prácticas en los adolescentes”, alerta el psiquiatra, señalando la necesidad de regulaciones más estrictas.
El debate sobre la medida continúa, con voces que claman por una reflexión más profunda y una revisión del marco normativo para proteger a los menores de los posibles impactos negativos de una temprana exposición al mercado de capitales. Mientras tanto, el acceso de adolescentes al mundo de las inversiones sigue generando opiniones divididas y preocupación entre los especialistas en salud y educación.