La flamante presidenta del Tribunal Superior de Justicia, María del Carmen Bataini, reflexiona sobre la importancia de la renovación en los cargos judiciales, los desafíos de liderar en tiempos de transformación política y social, y la creciente participación de las mujeres en el ámbito judicial. Además, comparte su visión sobre la relación con los otros poderes del Estado y la relevancia de la ética y transparencia en la gestión pública.
En un hecho que marca un nuevo capítulo en la historia judicial de Tierra del Fuego, la doctora María del Carmen Bataini asumirá la presidencia del Tribunal Superior de Justicia a partir de febrero. Este cambio de liderazgo, que incluye también la designación de la doctora Edith Cristiano como presidenta del Consejo de la Magistratura, es parte de una rotación planificada que busca aportar nuevas perspectivas y consolidar el servicio de justicia en la provincia.
“La era de las mujeres llegó y es merecida”, expresó Bataini en una entrevista reciente, donde destacó que tanto ella como Cristiano asumieron este desafío con entusiasmo y responsabilidad. “Cada una aportará su impronta al momento de dirigir. El objetivo principal sigue siendo ofrecer respuestas efectivas a las necesidades de la gente, entendiendo que nuestro rol es ser servidores públicos”, subrayó.
Bataini enfatizó que el Poder Judicial no es ajeno a las dinámicas políticas y sociales que atraviesan la provincia, pero aclaró que su función es estrictamente institucional y no política. “Las decisiones que tomamos se fundamentan en el marco legal, más allá de que puedan tener repercusiones políticas. Es nuestra responsabilidad mantener la independencia y actuar conforme a la Constitución”, explicó.
La presidenta electa también reconoció los retos que conlleva el contexto actual, donde las redes sociales y la inteligencia artificial plantean nuevas complejidades. “Si bien estas herramientas tienen aspectos positivos, también generan riesgos, como las filtraciones y desinformaciones. Aprender a manejarlas es parte de nuestra adaptación como institución”, comentó.
Consultada sobre cómo se plantea la relación con los otros poderes del Estado, Bataini destacó la necesidad de una convivencia pacífica pero independiente. “Somos un circuito que necesita trabajar coordinadamente para dar respuestas efectivas a la ciudadanía. Mi liderazgo buscará ser horizontal, basado en el diálogo y el consenso”, aseguró.
En cuanto a las demandas salariales y laborales de los empleados judiciales, la presidenta señaló que se comenzará el diálogo con los gremios. “Es fundamental el equilibrio entre garantizar una justa retribución y mantener el compromiso buscar con el servicio de justicia”, afirmó.
Bataini resaltó los avances en la implementación de mecanismos de mediación, un área en la que se comenzará a trabajar estrechamente con los colegios de abogados. Además, expresó su satisfacción por la creciente participación femenina en el ámbito judicial, tanto en Tierra del Fuego como a nivel nacional. “La integración de mujeres en cargos de alta responsabilidad es una deuda histórica que estamos saliendo lentamente, pero con firmeza. Es momento de reconocer el talento y la idoneidad de las mujeres en la justicia”, sostuvo.
Finalmente, Bataini dejó en claro que su gestión estará guiada por los principios de transparencia, ética y compromiso con la ciudadanía. “Nuestro deber es brindar respuestas claras y apropiadas. La justicia no es solo una institución; es un servicio esencial para la sociedad, y esa será nuestra prioridad”, concluyó.
La designación de María del Carmen Bataini y Edith Cristiano marca un precedente en la justicia fueguina, destacando la importancia de las nuevas miradas y el liderazgo femenino en tiempos de cambio.