Carmelo Sánchez, director de manejo de recursos ícticos continentales, detalla las regulaciones para la temporada de pesca 2024-2025, que inicia el 1 de noviembre y abarca cambios significativos en permisos y zonas habilitadas.
La temporada de pesca en Tierra del Fuego está a punto de comenzar, y como cada año, las autoridades han establecido un conjunto de normativas que regirán esta actividad. En diálogo con FM La Isla, Carmelo Sánchez, director de manejo de recursos ícticos continentales, detalló las pautas y recomendaciones que los pescadores deben tener en cuenta para la temporada 2024-2025, que se inicia el 1 de noviembre y finaliza el 1 de mayo de 2025.
Sánchez explicó que la normativa es emitida por el Ministerio de Provisión del Ambiente, a través de la Secretaría de Ambiente, y es fundamental para asegurar una pesca responsable y sostenible. “Los pescadores deben contar con un permiso de pesca vigente y deben conocer los ambientes donde se permite la pesca, así como las especies que se pueden sacrificar, con un límite de una pieza por día”, afirmó.
Respecto a las zonas de pesca, el director destacó que las regulaciones varían según el ambiente. “Por ejemplo, en el Río Grande se aplica la modalidad de pesca con devolución durante toda la temporada, lo que significa que no se puede retirar ninguna pieza. Sin embargo, en el Río Chico, que se encuentra en la misma ciudad, se permite la captura de una pieza por persona, siempre y cuando se cuente con el permiso correspondiente”, aclaró.
Sánchez indicó que la razón detrás de la pesca y devolución en el Río Grande se debe a la tasa de mortalidad de los peces. “Aunque se devuelvan, algunos peces mueren, lo que puede afectar la población del recurso”, explicó. En contraste, el Lago Fañano permite la captura de peces, lo que varía según la zona de pesca.
El director también mencionó la variedad de especies presentes en la región, incluyendo trucha marrón, arcoíris y fontinalis, cada una con distintas fechas de desarrollo. “La normativa sobre la captura se establece en función de las especies y sus períodos de reproducción, lo que es esencial para la conservación”, añadió.
En cuanto a los permisos de pesca, los residentes pueden optar por un carnet de tres días por un costo de 20,000 pesos o un permiso para toda la temporada a 50,000 pesos. Para menores de 12 años y jubilados, la obtención del permiso es gratuita, mientras que para los menores de 13 a 17 años, el costo es de 10.000 pesos por temporada. “Los permisos deben ser gestionados adecuadamente, y es importante que los pescadores se informen sobre las normativas vigentes”, recomendó.
Sánchez también subrayó la importancia de las zonas protegidas donde la pesca está prohibida, como el tramo del río Valdez, desde el puente hasta la desembocadura en el lago Fañano. “La pesca está completamente prohibida en esta área, que actúa como un refugio para la fauna acuática”, destacó, agregando que la construcción de un puente generó una barrera para el paso de los peces.
Otro lugar restringido para la pesca es la Reserva del Corazón de la Isla, donde el acceso está limitado debido a los peligros que presenta el terreno tras un incendio. “La seguridad de los pescadores es primordial, y estamos esperando que las autoridades de biodiversidad determinen cuándo será seguro habilitar esta zona nuevamente”, aseguró.
Con respecto a la concientización y la educación de los pescadores, Sánchez enfatizó la necesidad de informar al público sobre las regulaciones. “Estamos colaborando con el CADIC para llevar a cabo charlas y actividades que promuevan la educación sobre la pesca responsable. Es vital que los pescadores conozcan las especies, sus ciclos de vida y cómo manejar adecuadamente a los peces que se devuelven”, afirmó.
Las autoridades también implementarán controles en los cotos de pesca, utilizando un sistema en tiempo real para supervisar las actividades en los ríos. “Esto nos permitirá monitorear quiénes están pescando y garantizar el cumplimiento de las normativas”, explicó Sánchez.
Por último, el director abordó la problemática del acceso a los ríos, un tema recurrente entre los pescadores. “Hemos recibido quejas sobre propietarios que impiden el acceso al río, y estamos trabajando para establecer acuerdos que faciliten el paso a los pescadores respetando las propiedades privadas”, comentó.
Con una creciente demanda de permisos de pesca, el acceso se ha ampliado significativamente en comparación con temporadas anteriores, lo que ha llevado a un aumento en la participación de los pescadores. “Mientras que hace tres años teníamos 150 pescadores residentes con acceso a las estancias, ahora hemos llegado a casi 500”, concluyó.
La temporada de pesca está por comenzar, y los pescadores deben estar preparados para disfrutar de esta actividad, siempre dentro de un marco de responsabilidad y respeto por el medio ambiente.