La Secretaría de Género y Desarrollo Comunitario de Río Grande Refuerza la Asistencia Social ante la Crítica Realidad Económica

Ivana Ybars, titular de la Secretaría de Género y Desarrollo Comunitario de Río Grande, detalla las acciones municipales ante la creciente demanda de asistencia alimentaria, salud y subsidios, en un contexto económico complejo, marcado por la alta pobreza y la creciente dificultad de los trabajadores asalariados para cubrir sus necesidades básicas.

En declaraciones a FM la Isla, Ivana Ybars, Secretaria de Género y Desarrollo Comunitario de Río Grande, analizó la situación social que atraviesa la ciudad en el marco de una crisis económica que afecta a una gran parte de la población. A pesar de la disminución del presupuesto nacional y provincial, Ybars destacó la importancia de no recortar los servicios esenciales y mantener un apoyo constante a las familias de la ciudad, especialmente en áreas como la alimentación y la salud.

Según Ybars, la demanda de servicios sociales, como subsidios, alimentos y acompañamiento, ha alcanzado niveles altos y se ha mantenido estancada en una “meseta alta” durante los últimos meses. La secretaria subrayó que la situación se ve reflejada tanto en el trabajo diario del municipio como en los presupuestos del próximo año. “Uno de cada dos ciudadanos de nuestra provincia es pobre, lo que nos obliga a fortalecer las respuestas del Estado”, afirmó.

En medio de este panorama, la funcionaria resaltó el papel crucial de las organizaciones intermedias y del sector privado en la implementación de programas de asistencia. “Tenemos la suerte de contar con un grupo fuerte de organizaciones que apoyan y sostienen nuestras políticas”, señaló. Un ejemplo de ello es el programa “Nutriendo Futuro”, en colaboración con la Fundación de Estudios Patagónicos, que brinda apoyo alimentario y capacitación a mujeres con hijos a carga.

Además, la creación de un banco de alimentos en Río Grande, junto a la fundación y otras organizaciones locales, tiene como objetivo reducir el desperdicio de alimentos y garantizar su distribución eficiente entre quienes más lo necesitan. “Es fundamental generar redes de apoyo para que los alimentos lleguen antes de que se desperdicien”, explicó la trabajadora social.

Salud y trabajo asalariado en crisis

La secretaria también destacó el aumento de la demanda en los centros de salud municipales debido a la creciente precarización laboral y el impacto de la inflación en los salarios. “Muchos trabajadores asalariados, que antes podían costear servicios privados, ahora recurren a la salud pública porque no pueden cubrir los gastos”, indicó.

Este fenómeno refleja una realidad alarmante: la pobreza no solo afecta a quienes están desempleados, sino también a aquellos con empleo formal que no logran alcanzar el salario mínimo necesario para cubrir sus necesidades básicas.

A pesar de la crisis, subrayó la importancia de pensar en el bienestar de la comunidad durante las fiestas de fin de año. “Estamos trabajando para reforzar la asistencia alimentaria a las 3.500 familias del programa municipal ya quienes asisten a los comedores comunitarios, para que puedan disfrutar de una cena diferente durante las festividades”, comentó. También adelantó que, de cara al verano, se están proyectando actividades recreativas para que todos los vecinos puedan disfrutar de la temporada, a pesar de las dificultades.

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