La aplicación de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos a productos de Canadá, México y China genera incertidumbre en los mercados internacionales y repercute en la economía local. Las acciones argentinas en Wall Street cayeron hasta un 5%, mientras crece la preocupación por el impacto en las exportaciones y el crecimiento económico.
El resurgimiento de las políticas proteccionistas impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desencadenado un frente de tensión en los mercados globales, con efectos directos en la Argentina. Este martes, la entrada en vigencia de nuevos impuestos aduaneros sobre bienes importados desde Canadá, México y China sacudió las bolsas internacionales y tuvo su eco en los activos financieros argentinos. Las acciones de empresas locales cotizadas en Wall Street llegaron a perder hasta un 5% en las primeras horas de negociación, aunque luego moderaron su caída a un 3%. Sin embargo, el clima de volatilidad persiste y genera preocupación entre los inversores.
Los analistas coinciden en que este giro hacia el proteccionismo comercial por parte de Estados Unidos representa una amenaza para el crecimiento económico mundial. En particular, se teme que afecte a las economías emergentes, como la argentina, que ya enfrentan desafíos internos. La respuesta de los inversores ha sido deshacerse de activos considerados de mayor riesgo, lo que agrava la situación para los bonos y acciones locales.
Un contexto delicado para la Argentina
La escalada de la guerra comercial llega en un momento crítico para la economía argentina. El país enfrenta dificultades para reactivar el consumo interno y recuperar el ritmo de crecimiento de su actividad productiva. A esto se suma que los activos financieros, que habían tenido un desempeño excepcional en 2024, comenzaron este año con fuertes fluctuaciones y acumulan pérdidas significativas.
Este cambio en el ánimo de los inversores hacia los activos argentinos se explica por varios factores. Entre ellos, destacan las dificultades para incrementar las reservas internacionales, la falta de avances concretos en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el impacto del escándalo generado por el fraude relacionado con la criptomoneda $LIBRA. A estas presiones se suma ahora el conflicto comercial global, que parece intensificarse y podría tener consecuencias impredecibles.
Medidas proteccionistas y sus efectos
Una de las principales medidas adoptadas por la administración Trump fue la imposición de un arancel del 25% a productos importados desde México y Canadá, junto con un recargo del 10% sobre bienes provenientes de China. Argentina también se vio afectada por esta política, especialmente en sectores como el aluminio, el acero y varios productos agroindustriales.
Un caso emblemático es el de los cítricos, particularmente el limón. Las exportaciones agroindustriales argentinas a Estados Unidos alcanzan los 2.000 millones de dólares anuales, por lo que una contracción en este mercado tendría un impacto directo en las economías regionales. Este sector ya venía expresando su malestar por la apreciación del tipo de cambio y la estabilidad del dólar oficial en torno a los 1.050 pesos.
Respuestas internacionales
En el plano global, Canadá y México son dos de las economías más expuestas a las medidas proteccionistas de Estados Unidos y ya preparan contramedidas. Canadá anunció la aplicación de aranceles equivalentes a 155.000 millones de dólares en represalia por las tarifas impuestas por Trump. México, por su parte, evalúa medidas similares. China también respondió con aranceles adicionales del 10% al 15% sobre productos agrícolas estadounidenses.
La estrategia de Trump parece ser un arma de doble filo, ya que desencadena una guerra comercial con efectos en cadena. En Canadá, por ejemplo, se discute la posibilidad de imponer un impuesto del 100% a los autos de Tesla, la empresa de Elon Musk, cercano aliado de Trump. Estos vehículos, que hasta ahora se vendían sin restricciones, habían experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años.
En la provincia de Ontario, corazón industrial de Canadá, el gobernador Doug Ford afirmó que responderán con represalias equivalentes a las de Trump. “Tenemos que contestar dólar por dólar”, declaró, y anunció la cancelación inmediata del servicio Starlink, de Elon Musk, así como la reorientación de compras por 30.000 millones de dólares hacia productos locales en lugar de importarlos desde Estados Unidos.
Conclusión
El proteccionismo comercial impulsado por Estados Unidos no solo genera tensiones en los mercados globales, sino que también amenaza con profundizar los desafíos económicos de países como la Argentina. Con respuestas contundentes por parte de Canadá, México y China, el escenario internacional se torna cada vez más incierto, mientras la economía local busca estabilizarse en medio de un clima de volatilidad creciente.