El economista Juan Manuel Gispert, del CEPA, analiza el impacto del reciente discurso presidencial sobre el presupuesto nacional. A pesar de las altas expectativas generadas, no se anunciaron medidas concretas para mejorar el empleo o la producción, dejando a empresarios y trabajadores con más preguntas que respuestas. Gispert también subraya la incertidumbre política y económica que atraviesa el país, y la desconexión entre las prioridades del gobierno y las necesidades de la sociedad.
El economista y politólogo Juan Manuel Gispert, miembro del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), brindó un análisis detallado tras la presentación del presupuesto nacional por parte del presidente de la Nación. Gispert explicó a FM….que, si bien el gobierno había generado una alta expectativa al transmitir el discurso en horario prime time, finalmente no hubo anuncios significativos ni novedades de relevancia.
Según Gispert, el presidente reiteró los lineamientos de austeridad y ajuste fiscal que ya habían sido presentados anteriormente, sin incluir propuestas para fomentar la reindustrialización, la generación de empleo o la producción, lo que causó sorpresa en algunos sectores empresariales. “El discurso no mencionó la palabra ‘trabajo’ ni ‘producción’, lo que refleja la falta de prioridad en esos temas por parte del gobierno”, afirmó el economista.
Un punto destacado por Gispert fue el concepto de “blindaje fiscal” presentado por el presidente, que plantea la reducción de impuestos en caso de crecimiento económico, y un ajuste en el gasto discrecional si continúa la recesión. Este ajuste afectaría áreas clave como educación, salud y seguridad, dejando exentas solo las jubilaciones. Sin embargo, Gispert criticó duramente la postura del gobierno en cuanto a las jubilaciones mínimas, señalando que “no parece haber un interés genuino en mejorar las condiciones de los jubilados”.
El economista también destacó la compleja situación política en la que se encuentra la oposición. Mientras algunos sectores de Juntos por el Cambio buscan alinearse con el gobierno, otros se mantienen indecisos. La incertidumbre sobre el rol que jugará la oposición en el Congreso podría complicar la aprobación de este presupuesto, aunque Gispert considera que al gobierno no le preocupa tanto obtener el respaldo parlamentario, ya que tiene la opción de vetar proyectos que no cumplan con su meta de déficit cero.
En cuanto a la situación económica, Gispert fue tajante: “El programa económico del gobierno es insostenible en el mediano y largo plazo”. Aunque se espera una baja en la inflación, esta vendría acompañada de una fuerte recesión que podría agravar el desempleo. El economista enfatizó que el enfoque del gobierno está centrado en sectores específicos como la minería, la energía y el agro, dejando al resto de la economía en un segundo plano.
Finalmente, Gispert subrayó que, aunque el gobierno de Milei ha logrado mantener un cierto nivel de apoyo social a pesar de las difíciles condiciones económicas, ese crédito político podría agotarse si no comienzan a verse resultados positivos en los próximos meses.
