El legislador Federico Sciurano justificó la necesidad de continuar dentro de la coalición con el PRO, pese a reconocer que hubo serios errores en la gestión de gobierno de Macri. También admitió la falta de protagonismo para el partido que le dio territorialidad, pero expuso un nuevo paradigma de un esquema ya no bipartidista sino “bi-coalicionista”, por lo que resulta fundamental continuar formando parte. Estimó que el afiliado radical en realidad no pide la separación del PRO sino más presencia radical, y la construcción irá en esa dirección. “Sería necio no reconocer que el país tiene dos grandes sectores, y que hay que ser parte de uno de ellos”, subrayó. Sobre la realidad provincial, cifró expectativas en el programa PROGRESO II, en especial por la asistencia que va a requerir el sector privado de Ushuaia, ante la demorada reactivación del turismo. Descartó la llegada de turismo internacional para la temporada de invierno, teniendo en cuenta que la mayoría provenía de Brasil, y apostó a que el gobierno central “masifique la vacunación” para garantizar el turismo nacional y permitir “la supervivencia” del sector, hasta que se logre controlar la pandemia.
El legislador de la UCR Federico Sciurano dio su visión por FM La Isla sobre los pasos que viene dando el partido en los distritos más importantes del país, con las elecciones en Córdoba, luego en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia, acompañados de la definición de continuar formando parte de Juntos por el Cambio.
“Estamos en un momento muy particular y el radicalismo es uno de los pocos partidos que ha mantenido inalterable su vínculo institucional, con relación a la elección de sus autoridades. En distritos como Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Córdoba, se convoca no porque todos estén de acuerdo sino para consolidar una mirada y un programa en sintonía con lo que pasa con la comunidad. En Tierra del Fuego a lo largo de las décadas las autoridades se eligen a través de un sistema democrático, y es un dato a tener en cuenta este valor que tiene lo institucional, por la credibilidad que nuestro país necesita”, manifestó.
Consultado sobre esta decisión de permanecer junto al PRO luego del fracaso del gobierno de Macri y el magro espacio que le dio a la UCR, explicó que “en la Argentina hubo un cambio de paradigma y se ha retomado la esencia de la época de mis viejos. Hace unos años era un país bipartidista, en 2001 hubo un quiebre y se perdió esa figura. Luego del impacto del kirchnerismo, en la vida política se generó el movimiento de Cambiemos en 2015 que volvió a desarrollar una mirada bi-coalicionista, ya no bipartidista. Son coaliciones de partidos políticos y esto se fue profundizando. La sociedad reclama esfuerzos para encontrar caminos de construcción común y consolidar ese bi-coalicionismo, para que tenga permanencia y sustentabilidad”.
Se mostró decidido desde su lugar “a hacer nuestro aporte a esto, sabiendo que hay miradas diferentes, porque es necesaria una red de contención. Se sigue apostando a nuevos liderazgos y protagonismo. En Juntos por el Cambio hay muchos dirigentes políticos con experiencia y trayectoria muy importante, y tenemos que evolucionar aprendiendo de los errores”, dijo.
“Sería insensato decir que todo lo que hizo el gobierno de Cambiemos estuvo bien, pero hay que tender puentes porque un país no se construye sólo con una mirada. Esperamos que la gente se sienta representada y nos permita salir del pozo en que estamos”, confió.
Respecto de la distancia del PRO con los sectores populares, y el impacto que esto tiene en la UCR, defendió como fortaleza del radicalismo “su distribución geográfica, al igual que el peronismo, porque en cualquier pueblo de la Argentina se encuentra un comité o una unidad básica. Eso implica tener una mirada federal distinta de lo que aparece en los debates de los medios de comunicación nacionales”, observó.
“El radicalismo tiene vocación de poder, que es necesaria para transformar la realidad, y va a seguir transitando un camino para cambiar determinadas realidades. Sería necio no reconocer que el país tiene dos grandes sectores, y que hay que ser parte de uno de ellos, transformando desde adentro para llegar a la gente que lo necesita”, sentenció.
“Es más fácil decir que hacer, sobre todo en la Argentina que nos toca, con dificultades económicas profundas desde hace tiempo más el impacto de la pandemia. Se necesita lo mejor de nosotros para buscar el bien común y no resolver una pulseada política”, remarcó.
Consultado sobre el rechazo de muchos radicales a continuar vinculados con el macrismo, puso en duda que no quieran seguir en la coalición: “No sé si el afiliado no está de acuerdo en seguir en Juntos por el Cambio, sino que el planteo que está haciendo es que haya más radicalismo dentro de la coalición. Si hoy planteásemos al afiliado radical si entiende que el radicalismo tiene que ir solo en 2023, por fuera de la coalición, creo que la mayoría va a preferir que se mantenga este armado electoral”, aseveró.
PROGRESO II
Por otra parte, se refirió a la nueva versión del programa PROGRESO, creado el año pasado sobre la base de un proyecto que había presentado la UCR: “Nunca se había dado en la historia el financiamiento público al sector privado, que a su vez le garantiza cobrar los impuestos que necesita para funcionar. El gobierno comenzó con dificultades al principio, luego de los dos primeros meses el Ministerio de Producción logró encontrar mecanismos administrativos más ágiles. Esta herramienta no resuelve los problemas de la pandemia sino que genera un paliativo para mantenerse a flote. Todavía no llegamos al otro lado de la orilla y es muy importante que el gobierno haya tomado la decisión de incorporar el INFUETUR y destinar fondos propios para préstamos y subsidios”, expresó.
“Viendo el funcionamiento del banco con los mil millones que habíamos otorgado al PROGRESO I, se retiraron 700 millones en la última sesión del año pasado, y se direccionaron al Ministerio de Producción y al INFUETUR. La idea es que la plata llegue a la gente que lo necesita”, priorizó.
Apuntó que “el discurso del gobernador del 1° de marzo estuvo sostenido en el programa PROGRESO en gran parte, y en la necesidad de ayudar al sector privado. Los fundamentos del presupuesto 2021 en un 70% están sostenidos en esta necesidad. El hecho de haber rejuvenecido el programa con el PROGRESO II nos da expectativas para que la gente encuentre herramientas adecuadas para seguir tirando del carro, hasta que la pandemia nos pueda dar algo de paz”.
Ushuaia, la más afectada
Sobre la posibilidad de un destino de asistencia diferenciado por ciudades, en función de la crisis de la capital fueguina por la falta de turismo, lo dejó “a criterio del Ministerio de Producción y sobre todo del INFUETUR. La ley habla de cuestiones generales sobre asistencia a sectores golpeados por la crisis. Después de muchos años Ushuaia ha sido más golpeada que Río Grande, que siempre tuvo golpes muy duros. Hoy la actividad industrial, que es la médula espinal para el sostenimiento de la actividad privada en Río Grande, se ha logrado recuperar mucho mejor de lo que se recuperó el turismo en Ushuaia”, comparó.
“Al turismo le va a costar la recuperación por todo lo que estamos viendo hoy. Ushuaia en verano recibe mucho turismo brasilero, americano y europeo, que no vino, y en invierno recibimos mucho turismo brasilero que tampoco va a venir. Habrá que ver cómo llegamos al invierno y sería importante masificar la vacuna desde el gobierno nacional aunque sea para mantener el turismo nacional. Para los vecinos de Ushuaia es una cuestión clave para poder sobrevivir otro año, que va a ser muy difícil. Va a ser muy importante que las fronteras interprovinciales se mantengan abiertas, que los vuelos de Aerolíneas Argentinas sigan llegando con normalidad, y que los protocolos sanitarios para los argentinos sean adecuados para lo que estamos viviendo”, enfatizó.
Asociación con Globant
Por último destacó la importancia del desembarco de Globant, en el marco de las nuevas posibilidades de desarrollo que se abren en la provincia. “Creo que Globant representa el futuro de la industria. Si sabemos generar el ambiente adecuado podemos tener un polo de desarrollo muy significativo. Globant hoy representa la industria del conocimiento, el desarrollo de tecnología a través del software. El mundo va hacia ese camino y la inteligencia artificial va a cambiar nuestra realidad. Tenemos la ventaja y la suerte de que Globant haya puesto los ojos sobre la provincia y ahí debe haber mucho mérito del gobierno de la provincia”, reconoció.
Cabe recordar que la empresa planea una inversión de 600 millones de pesos para los próximos tres años, a través de operaciones en Tierra del Fuego y el lanzamiento de un programa de formación en tecnología. Aspira sumar un equipo de 120 profesionales en los próximos dos años y, como parte de su estrategia, otorgará 200 becas para aprender a programar, que se suman a otras 200 anunciadas por el gobierno nacional para complementar el programa.