La abogada, segunda en la lista de Juntos por el Cambio en la lista de 2021, critica la disputa por la sucesión del fallecido diputado Tito Stefani, acusando a sus contrincantes de actuar con oportunismo y de ignorar la esencia de la ley de paridad de género. En un contexto de debate político y legal, Nora defiende su derecho a asumir la banca y denuncia el uso de la normativa para favorecer a su oponente, Ricardo Garramuño.
El fallecimiento de Tito Stefani ha desencadenado una serie de controversias y debates en el ámbito político, principalmente sobre quién debería ocupar su lugar en la Cámara de Diputados. Este contexto revela un rasgo característico de la época actual: la rapidez con la que se suceden los acontecimientos y la falta de tiempo para procesarlos, incluso en situaciones tan delicadas como la muerte de un representante. Este contexto fue abordado por la Dra. Dalila Nora, quien compartió sus reflexiones sobre la disputa por la sucesión en una entrevista con Guillermo. Nora, visiblemente afectada, expresó su descontento con la manera en la que se ha llevado la discusión, calificándola de oportunista y poco respetuosa ante el reciente fallecimiento de Stefani.
Según Nora, la rapidez con la que se intentó definir quién ocuparía la banca de Stefani es un reflejo de lo que ella considera una conducta de “aves de rapiña”. Nora opinó que algunos actores políticos han buscado sacar ventaja de la situación sin haber permitido que se lleve a cabo el debido proceso de duelo. A su juicio, esto muestra una falta de sensibilidad y respeto hacia la vida y la muerte de Stefani, además de evidenciar el deseo de algunos de aprovechar la coyuntura política para beneficio propio. Para ella, es un ejemplo de los intereses personales que prevalecen en la política actual.
La disputa por la sucesión, sin embargo, no solo es una cuestión de respeto, sino que también se ha centrado en el marco legal y las interpretaciones de la Ley de Paridad de Género, que regula el reemplazo de diputados. La Dra. Nora defendió su derecho a ocupar la banca de Stefani, ya que ella fue la segunda candidata en la lista que ganó las elecciones en 2021, una posición que considera la legitima para asumir el cargo. En su interpretación, la ley establece que deben agotarse las listas de candidatos titulares antes de recurrir a los suplentes, lo que significaría que ella tendría preferencia para ocupar la banca antes que el suplente Ricardo Garramuño. Además, Dalila Nora subrayó que el espíritu de la ley busca garantizar la participación de las mujeres en la política, lo que refuerza su derecho a ocupar el lugar de Stefani.
No obstante, esta visión no es compartida por todos. Existen diferentes interpretaciones sobre la aplicación de la Ley de Paridad, que han generado una disputa legal y política. Mientras algunos defienden que la sucesión debe respetar la paridad de género, otros consideran que la ley estipula que el reemplazo debe ser por orden de lista, independientemente del género. Nora destacó el fallo de la jueza Servini de Cubría, que, si bien reconocía la importancia de la paridad de género, señalaba que esta debía aplicarse una vez alcanzada una proporción igual de hombres y mujeres en la Cámara, lo cual aún no es el caso. Sin embargo, este fallo no ha sido ratificado por la Cámara, lo que ha generado confusión y controversia en la interpretación de la normativa vigente.
El debate también ha cobrado un cariz político en un contexto donde la coalición Juntos por el Cambio ya no existe como tal, lo cual agrega más complejidad a la discusión. Las opciones de realineamiento para aquellos que asumirían una banca son diversas, ya que deben decidir entre integrarse al PRO, a la Unión Cívica Radical, o incluso formar un bloque independiente. En este sentido, Dalila Nora ha sido clara en cuanto a que, si asume el cargo, se comprometerá a continuar el trabajo que Tito Stefani venía desarrollando en defensa de los intereses de Tierra del Fuego, priorizando el diálogo con todos los actores políticos de la provincia.
La Dra. Nora también se refirió a la postura de otros actores políticos como Ricardo Garramuño y el senador Pablo Blanco, a quienes acusó de estar motivados por intereses personales más que por el bien común. En particular, destacó que Garramuño, pese a criticar a Stefani en el pasado, ahora busca ocupar su lugar, lo cual considera incoherente. Asimismo, subrayó que la postura de Blanco es comprensible desde un punto de vista de alianzas políticas, ya que el senador apoya a su aliado político Garramuño, pero que esta no necesariamente refleja la opinión general de los dirigentes de la Unión Cívica Radical ni de la sociedad fueguina en su conjunto.
Ante la posibilidad de una larga batalla judicial, Nora afirmó que su equipo está dispuesto a llevar la discusión hasta las últimas consecuencias en el ámbito judicial, presentando su caso ante la justicia electoral federal. Considera que esta lucha es fundamental para proteger los derechos de las mujeres y garantizar que la ley de paridad se aplique de manera justa y equitativa. Para ella, la situación actual sienta un precedente muy preocupante sobre la forma en que se vulneran los derechos de las mujeres en la política.
Finalmente, Nora destacó la importancia de resolver esta disputa ahora, antes de las próximas elecciones legislativas, para evitar que se repitan estas controversias en el futuro. En su visión, la ley de paridad debe respetarse tal y como fue concebida, y no debe ser utilizada para favorecer intereses particulares. En este sentido, subrayó que está dispuesta a continuar la labor de Stefani con el mismo compromiso hacia los intereses de Tierra del Fuego, y que, en caso de asumir la banca, buscará mantener la coherencia con los principios que defendió durante la campaña.
Esta situación expone las tensiones inherentes a la política argentina, donde las interpretaciones legales y los intereses personales se entrecruzan constantemente. La disputa por la sucesión de Stefani en la Cámara de Diputados es un ejemplo claro de cómo la ley, la política y las cuestiones de género pueden converger en un conflicto complejo y de alto impacto. La resolución de este conflicto no solo definirá quién ocupará la banca, sino que también sentará un precedente importante para el futuro de la participación femenina en la política argentina.