El vocero presidencial afirmó una disminución del 10% en los asesinatos de mujeres, pero organizaciones sociales desmienten los datos y exponen un aumento del 13,2% en los femicidios.
En medio de la creciente preocupación por la violencia de género en Argentina, el vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó ayer que los asesinatos de mujeres habían disminuido en un 10% durante el año 2024. Atribuyó esta supuesta reducción al trabajo de los ministros Patricia Bullrich y Cúneo Libarona, destacando una política de “tolerancia cero” contra los agresores. Sin embargo, estas declaraciones generaron una fuerte reacción de parte de organizaciones sociales y expertos que trabajan en el relevamiento de casos de violencia de género.
Según Adorni, el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, así como la eliminación de programas asociados, permitieron al Gobierno redirigir los recursos hacia “penas más severas” contra los delincuentes. “Sin ese ministerio y sin su gasto, logramos bajar los crímenes contra las mujeres”, afirmó Adorni, quien también evitó mencionar el término “femicidios”.
No obstante, datos recolectados por varias organizaciones desmienten categóricamente estos dichos. La Casa del Encuentro informó que entre enero y octubre de 2024 se registraron 275 femicidios, un aumento del 13,2% en comparación con los 243 casos del mismo período en 2023. Por su parte, el Observatorio contra la Violencia Patriarcal Lucía Pérez contabilizó 308 femicidios en el mismo lapso, mientras que la organización Ahora que sí nos ven reportó 289 casos. Mumalá, otra entidad dedicada al análisis de estos crímenes, indicó que en 2024 ocurrió un femicidio cada 37 horas.
Las cifras también revelan patrones preocupantes: el 11% de los femicidas tenían antecedentes por violencia de género y el 5% pertenecían a fuerzas de seguridad. Además, provincias como Chaco, Misiones y Santa Cruz lideran las tasas de femicidios.
Las críticas hacia el gobierno también apuntan al desmantelamiento de estructuras estatales diseñadas para proteger a las mujeres y diversidades. Claudia Acuña, referente del Observatorio Lucía Pérez, cuestionó la falta de metodología en las cifras oficiales y destacó la ausencia de políticas preventivas. “En los primeros cinco días de diciembre ya se registraron 12 femicidios, incluidos los de dos niñas menores de dos años”, advirtió.
Organizaciones como Mumalá también señalaron el impacto del cierre del programa Acompañar y la reducción de personal en la Línea 144, vital para brindar asistencia a víctimas. Leonor Cruz, secretaria de Géneros y Diversidades de la CTA Autónoma, denunció que el vacío dejado por estas políticas agrava la situación en las comunidades más vulnerables. “Sin un Estado presente, las mujeres están atrapadas en entornos violentos que no aparecen en las estadísticas oficiales”, sostuvo.
En paralelo, casos como el transfemicidio de Rita Pilar Almirón y el asesinato de dos niñas en noviembre conmocionaron al país. Estas tragedias, junto con las 307 niñeces que quedaron sin madre en 2024, subrayan la urgencia de implementar medidas efectivas para erradicar la violencia machista.
El discurso oficial contrasta con el contexto alarmante. Las palabras de Adorni fueron calificadas como un intento de invisibilizar una problemática que afecta a toda la sociedad y que, según expertos, requiere respuestas integrales y sostenidas, no solo endurecimiento de penas.
