El impacto de los incrementos en las tarifas del gas alcanza hasta un 1.500%, afectando tanto a las familias como a los comerciantes. Fernando Gliubich, delegado de la Cámara de Comercio de Río Grande y representante ante CAME, dialogó sobre la difícil situación económica que enfrenta Tierra del Fuego, destacando los problemas que aquejan al sector comercial debido al aumento de las tarifas de gas, el cual amenaza la viabilidad de muchos negocios locales.
La situación en Tierra del Fuego se ha vuelto crítica para los comerciantes locales, que enfrentan aumentos en las tarifas de gas que van desde un 800 hasta un 1.500%. Según Fernando Gliubich, en declaraciones a FM La Isla, delegado de la Cámara de Comercio de Río Grande ante la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), este incremento afecta tanto a los hogares como a los comercios, generando una presión económica insostenible.
Gliubich explicó que una de las principales preocupaciones es que, a pesar de la crisis, una gran parte de la factura de gas corresponde a costos fijos, lo que prácticamente imposibilita ahorrar mediante la reducción del consumo. “Estamos hablando de un bien esencial en una provincia fría como la nuestra, y resulta contradictorio que siendo Tierra del Fuego productora de gas, se viva esta situación”, expresó el delegado.
Propuestas para un fondo especial
El representante de la Cámara de Comercio sugirió la creación de un fondo especial similar al Fondo de Zonas Frías, pero enfocado exclusivamente en Tierra del Fuego, para paliar esta crisis. La idea es generar un fondo que permita subsidiar a los sectores más vulnerables durante los meses de mayor consumo. “Estamos en una provincia productora de gas, y deberíamos encontrar acuerdos políticos que nos generen viabilidad a largo plazo”, remarcó Gliubich.
La postura de la Cámara de Comercio
Durante las movilizaciones recientes en rechazo al aumento de tarifas, varios gremios expresaron su descontento con la falta de participación activa de la Cámara de Comercio de Río Grande. Sin embargo, Gliubich defendió la postura de la institución, señalando que si bien no se involucran en manifestaciones presenciales, han acompañado al gobierno provincial en recursos de amparo para intentar frenar estos aumentos.
“La Cámara no ha estado ausente. Hemos acompañado desde el primer momento, aunque las medidas judiciales no prosperaron. El impacto en el comercio es muy fuerte, pero también lo es para las familias, y eso crea un círculo vicioso: los negocios ajustan sus precios en un mercado que no tiene liquidez, mientras que las familias no pueden cubrir sus necesidades básicas”, agregó Gliubich.
Una economía golpeada
Gliubich también advirtió sobre las consecuencias más amplias de esta crisis en la economía local, señalando que muchos comercios están reduciendo sus horarios, mudándose a locales más pequeños o incluso cerrando. “Estamos ante un proceso de informalidad creciente, porque el comerciante no puede enfrentar las cargas fiscales y los costos operativos. Esto afecta no solo a la recaudación tributaria, sino también a la estructura del sistema previsional”, explicó.
Desafíos para el futuro
En cuanto a las expectativas para los próximos meses, Gliubich fue cauteloso. “Es difícil ser optimista en este contexto. El gobierno está tratando de frenar la caída, pero sin una reactivación del consumo, las pequeñas y medianas empresas seguirán sufriendo”, concluyó.
La Cámara de Comercio de Río Grande, junto con otras instituciones, tiene la tarea de seguir buscando soluciones para enfrentar una crisis que, de no ser atendida con urgencia, podría tener consecuencias devastadoras para la economía fueguina.
