El director ejecutivo de la AREF, Oscar Bahamonde, detalló la complejidad fiscal que atraviesa Tierra del Fuego. La incertidumbre económica nacional, la caída real de la recaudación Provincial y la falta de transferencias desde Nación, condicionan la administración de recursos.
El presupuesto provincial de Tierra del Fuego se presenta en un contexto económico incierto, marcado por la volatilidad de las políticas nacionales y la inestabilidad económica general. En este escenario, el Director Ejecutivo de la AREF (Agencia de Recaudación Fueguina), Oscar Bahamonde, destacó, por FM La Isla, las dificultades que enfrenta la provincia debido a la falta de transferencias de ATN (Aportes del Tesoro Nacional), la demora en el pago de obras comprometidas y la caída en la actividad económica, especialmente en el sector industrial.
El funcionario señaló que en este panorama la administración de los recursos debe manejarse con extrema cautela, como “caminando sobre las piedras”, dada la incertidumbre en torno a las decisiones políticas nacionales y las modificaciones en las reglas de juego relacionadas con la distribución de recursos.
Uno de los puntos clave fue la falta de ejecución en las transferencias nacionales, particularmente los ATN, que son provenientes de la recaudación general del gobierno nacional destinadas a las provincias. A pesar de que existe una normativa que establece cómo deben ser distribuidos, el gobierno de la Nación ha decidido no enviar estos recursos, lo que ha afectado gravemente a las provincias. En el caso de Tierra del Fuego, el impacto ha sido significativo, ya que, según Bahamonde, este año la Provincia recibió “cero pesos” en este concepto.
Respecto a la recaudación provincial, destacó que, si bien el escenario económico ha sido complejo, los ingresos provinieron principalmente de impuestos sobre los ingresos brutos, las tasas de industria y las regalías hidrocarburíferas. Sin embargo, la caída de la actividad industrial, especialmente en el sector electrónico, y la construcción, ha generado una caída de la recaudación en términos reales. En comparación con el año anterior, el beneficio ha sufrido una caída del 10%, lo que refleja la desaceleración de la economía provincial.
El titular de la AREF destacó que, a pesar de este descenso, la recaudación de Tierra del Fuego se encuentra por encima del promedio de otras provincias, aunque esto no oculta el hecho de que la economía local sigue viéndose afectada por la crisis generalizada que impacta. en las principales actividades productivas.
Ante este contexto, la AREF ha implementado medidas para facilitar la regularización de las deudas fiscales de los contribuyentes. En este sentido, Bahamonde se refirió a la moratoria fiscal que se está llevando a cabo en los meses de octubre y noviembre. Esta medida permite a los contribuyentes acceder a planes de pago con quitas de intereses y plazos extendidos, lo que ha beneficiado a más de 400 contribuyentes, con un total de más de 1.100 millones de pesos regularizados hasta el momento.
Aunque la moratoria no ha tenido el mismo impacto que en ocasiones anteriores, como durante la pandemia, Bahamonde resaltó la importancia de esta herramienta para aliviar las cargas de los contribuyentes y evitar que los procesos de ejecución fiscal lleguen a instancias más complicadas.
Uno de los temas que más preocupa a la provincia es la posible modificación de los beneficios impositivos establecidos por la Ley 19.640, que otorga incentivos fiscales a las industrias radicadas en Tierra del Fuego. Bahamonde comentó sobre los recientes proyectos presentados en el Congreso Nacional, que buscan modificar esta ley, generando incertidumbre sobre el futuro de los incentivos fiscales en la provincia.
A pesar de estos intentos de reforma, Bahamonde subrayó que la provincia continúa defendiendo la vigencia de la ley y los beneficios asociados, considerando su importancia estratégica para el desarrollo económico de Tierra del Fuego. Sin embargo, no descartó que algunas modificaciones puedan ser impulsadas por el gobierno nacional, especialmente en un contexto de búsqueda de mayor recaudación.
En cuanto al presupuesto 2025, Bahamonde destacó que hasta el momento no se prevén modificaciones significativas en la estructura tarifaria ni en los impuestos. Sin embargo, las proyecciones de recaudación siguen siendo inciertas debido a la caída de la actividad económica y la necesidad de adaptarse a los cambios que puedan surgir a nivel nacional.
En relación con el presupuesto nacional, el gobierno provincial sigue de cerca las discusiones en el Congreso sobre posibles reformas fiscales y la reconfiguración de los ingresos para las provincias. En particular, se está evaluando el impacto de la modificación del régimen de recaudación del impuesto inmobiliario, que pasaría a ser administrado por la provincia en lugar de los municipios a partir del 31 de diciembre. Este tema, segùn afirmó, estaría siendo objeto de negociaciones entre el gobernador y los intendentes, con la mirada puesta en equilibrar las necesidades de recaudación y la eficiencia en la gestión tributaria, sin soslayar que en el presupuesto de la provincia incluyó un articulo que recorta cerca de 800 millones de pesos a los municipios.