Una encuesta de la consultora Zuban-Córdoba revela un fuerte respaldo al sistema universitario público, incluso entre votantes del presidente Javier Milei, quien ha lanzado fuertes críticas y medidas de desfinanciamiento contra las instituciones educativas. Las declaraciones de Milei, que califican a las universidades como “un subsidio de los pobres a los ricos”, encuentran rechazo en la mayoría de la población.
El acceso a la educación superior pública es percibido por la mayoría de los argentinos como un factor clave para la movilidad social. Así lo refleja una encuesta de la consultora Zuban-Córdoba, que muestra que el 80,7% de los consultados cree que las universidades contribuyen a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, desestimando las recientes declaraciones del presidente Javier Milei. El mandatario acusó a las instituciones de educación superior estatales de ser “un subsidio de los pobres a los ricos”.
Las críticas de Milei hacia las universidades públicas, como parte de su plan de desfinanciamiento de la educación, fueron nuevamente expuestas durante un acto en el que rebautizó el CCK. Allí, afirmó que “la Universidad Pública Nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta”. Sin embargo, la encuesta de Zuban-Córdoba pone en evidencia una realidad diferente: el 64,7% de quienes votaron a Milei en el balotaje de 2023 también valoran el papel positivo de las universidades en el progreso individual y colectivo, frente a un 25,3% que se mostró en desacuerdo. Entre los votantes de Sergio Massa, candidato presidencial de Unión por Todos, el apoyo a la universidad pública asciende a un 96,5%.
El sondeo revela además que el 76% de los encuestados rechaza la idea de que “los pobres no llegan a la Universidad Pública”, lo que refuerza la percepción positiva sobre las oportunidades que estas instituciones brindan para el crecimiento social. Incluso entre los seguidores de Milei, el 58,2% se manifestó en contra de esta afirmación, mientras que un 38,7% la apoyó.
La respuesta de la comunidad educativa no tardó en llegar. Luego de que Milei vetara una ley que garantizaba los fondos necesarios para el sistema universitario, se llevaron a cabo dos grandes movilizaciones que complicaron los tiempos del presidente para avanzar con su plan de recortes. El ajuste presupuestario, que ya había dejado a las universidades con recursos limitados, encontró una fuerte resistencia social que destacó el valor de la educación pública en el desarrollo del país.