Una comitiva de 15 empresarios industriales nacionales de ENAC fueron entrevistados en C5N en en virtud del Día de la Industria y de la crisis que atraviesa el sector
Hoy, en el Día de la Industria, Argentina enfrenta una profunda crisis económica que azota especialmente a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs). Con el cierre de miles de empresas y una recesión que se prolongará hasta finales de 2024, el panorama para estas empresas es desolador.
Según datos recientes, en los últimos seis meses se han cerrado cerca de 10,000 PYMEs. Sectores clave como alimentos, cosmética, textiles y maquinaria están experimentando una drástica caída en ventas y producción, mientras que el aumento de costos está golpeando la rentabilidad de manera alarmante. Un ejemplo revelador es el de una empresa que, en diciembre, pagó una factura de gas de 1 millón de pesos y que, en julio, esta misma factura se disparó a 6 millones de pesos.
La Unión Industrial Argentina (UIA), que debería estar defendiendo los intereses de estos empresarios, ha sido criticada por no brindar el apoyo necesario. Los empresarios de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (ENAC) han señalado un incremento desorbitado en las tarifas, que ha puesto en riesgo la viabilidad de muchas PYMEs. La falta de acción efectiva por parte de la UIA ha dejado a las empresas sin una representación sólida en estos momentos críticos.
Además, la incertidumbre económica está impidiendo que las PYMEs realicen inversiones futuras en maquinaria y tecnología, afectando su capacidad de modernización y crecimiento. Esta situación se suma a un panorama en el que se estima que hasta 100,000 PYMEs podrían cerrar antes de finalizar el año 2024, lo que generaría un impacto devastador en el empleo.
Los trabajadores, que dependen en gran medida de estas empresas para su sustento, son los más afectados por los cierres, lo que incrementa la preocupación por el desempleo y la estabilidad laboral. Las PYMEs, que enfrentan dificultades crecientes para mantener la rentabilidad debido a los altos costos y la disminución de ventas, están clamando por una mayor visibilidad y apoyo por parte del gobierno.
Los empresarios han subrayado la necesidad de políticas públicas que realmente les respalden, demandando una mayor escucha y acciones concretas por parte de las autoridades para que puedan competir y sobrevivir en un mercado globalizado. Sin un cambio significativo en la dirección política y económica, el futuro de las PYMEs en Argentina se vislumbra cada vez más incierto.